Despojos que del alma salen,
Y ya no se pueden contener,
Despojos, que dentro no caben,
Y que nos hacen perecer,
Todos acumulados durante el año,
Todos reunidos al atardecer,
Todos nos hacen daño,
Pero todos se pueden comprender,
Ya a la caída de la tarde,
Muy cerca del ultimo suspiro,
Cuando ya casi dado por vencidos,
Todo comienza a renacer,
Pues una luz de esperanza,
Alumbrando a todas las almas,
Y derrotando a las venganzas,
Y alzándose en alabanzas,
Hacen revivir los recuerdos,
Que felices nos hicieron,
Y contentos nos tuvieron,
Muy cerca de los renos,
Donde el calor de los cuerpos,
Se confunde en lo bueno,
Y abrazados en este infierno,
Y sin quemarnos los dedos,
Empezamos a recordar,
Que tuvimos un motivo,
Por el que estábamos unidos,
Y que se llama NAVIDAD,