La Guerra en Luzem
se desarrolla en el planeta Luzem, en su capital Litium está también la capital del Centro de los Universos el Norte lugar de magia y
fantasía, El Oeste un mundo totalmente automatizado, El Este donde la producción
alimentarse lleva acabo, Sur el lugar del comercio. Después de la guerra para
unificar a los Universos llevada a cabo por Dirion Luzem que se proclamo emperador
pero a la vez Canciller supremo en el consejo interestelar donde todas las razas eran
representadas, su amigo Jon Sarindy que fue su profesor quedó al mando de la Real
Imperial Academia de Arte Ciencia, Cultura, Magia, Tecnología , Magistral del
Imperio, hay una universidad, en cada Universo pero la mas completa, es en Lirium
una bella ciudad done está prohibido cualquier acto en contra de las normas de
urbanidad, la gente va a pie todo esta cerca a pesar de que es la ciudad más grande
y majestuosa del imperio, cubierto de todo tipo de plantas y aves; en el centro
rodeado de muchas torres que circundan la ciudad se encuentra el magnánimo
Castillo Luru, el lugar mas seguro de todo. El imperio esta ahí donde vive el neo rey
Dirion Luzem su esposa Luris y toda la familia Luzem.
Todo era paz y armonía pero eso estaba a punto de cambiar, el tío Dirion tenía otros
planes. Por lo que empezó a reunir a todos dentro de la armada y uno que otro
quería obscuro que vivía a expensas del imperio, hasta que un día un espíritu
maligno llamado Jedither se apodero de su cuerpo, corrompió a la armada del oeste
y del este y organizo una operación militar par bombardear a Luzem y apoderarse de
la corona y del poder que contenía el castillo y al planeta en sí mismo, pero lo que no
sabía era que su sobrino era poder en bruto.
Esa noche era con un perfume que embriaga la mente una suave brisa intranquilidad
al corazón de la neo reina, ella de alguna manera sabía que el sufrimiento más
grande iba a suceder. De un momento a otro decidieron ir al balcón y admirar el
firmamento cuando miles de naves empezaron a atacar la ciudad. Ellos se dirigieron
al núcleo donde había una estrella esta era que le daba la protección y la luz al
castillo, ellos la retiraron y la pusieron en un lugar seguro.
En el instante en que la retiraron la luz que el palacio emitía se apago dejando una
fría construcción de piedra sin ningún tipo de emoción que emanara de sus paredes,
incluso pareció como si hubiera llegado el invierno a los jardines esa armonía se
había quedado reprimida para un futuro incierto. Uno de las armas disparó contra la
inerte estructura de roca provocando un incendio que dejaría y reduciría el
inmobiliario mas no el inmueble.
Dirion y su familia se dirigieron prontamente a la biblioteca que se encontraba debajo
del lago que circundaba al que por muchos siglos llamaban hogar; los niños
asustadísimos preguntaban sin cesar a sus padres ¿ Mami donde vamos? Pa que es
ese ruido? pero la única respuesta que recibían era: vamos de prisa, se hace tarde,
nos esperan tus tíos y primos. El aire se hacía más y más denso entre más
avanzaban dentro de la biblioteca, esas hojas cubiertas de sabiduría empolvada para
muchos olvidada para otros reciente hacia que el lugar se viera mas lugubre a pesar
de que una gran cantidad de peces de diferentes especies y tamaños desfilaban en
el coral que adornaba la parte baja del lago, la luz de antorchas daba mas un
aspecto mágico al lugar y pasando entre los pasillos en un orden indicado al chocar
al tin con pared una escalera de madera algo desgastada se encontraba frente a la
familia, ellos bajaron y tomaron uno de los deslizadores que eran para escapar,
rápido y velozmente y a través de enormes cavernas de diversos tipos de minerales
llegaron a una de las torres encontrando Dirion a sus hermanos Dan, Joky y Rum
cada quien con sus respectivas esposas e hijos casi todos de la misma edad. Los
hermanos preguntaron con un enorme furor donde se encontraba su madre y padre
pero ambos habían sido momentos antes asesinados por Jedither, la corona que
representaba la unidad del imperio asumiendo mentalidad propia desapareció antes
de que el asesino asarla.
Sin tener otra opción más que la de escapar sin demora salieron de los pasadizos
y se dirigieron a una de las bases de la montaña para tomar una de las naves y salir
a toda prisa de ahí. Los niños se quejaban a cada instante haciendo más difícil el
penoso recorrido a través del denso bosque a parte de que se tenían que ocultar
entre los arbustos cada vez que pasaban una nave.
Cuando de repente un estruendo hizo callar a los niños y la sombra cayo sobre sus
miradas sobre su alma, aquel gozo que los inundaba hace unas cuantas horas en
este momento era nulo, careciente de cualquier emoción tal vez excepto el vacío y
una soledad.
Estaban a unos metros de la base cuando Judy la esposa de Rum cae sobre el
fango y empieza a sollozar en la penumbra, el sol se había ido todo su mundo
material se había ido abajo y ahora su dignidad y su orgullo de princesa estaba
roto, pedía a gritos que esto solo fuera una pesadilla, una ilusión pero al ver a lo
lejos el inerte palacio ya una ciudad envuelta en las tinieblas, cuando parte del
cielo se abrió en señal de esperanza mostrando y empapando de algún tipo de
fortaleza su rostro que en es ese momento parecía que recobraba todo el fulgor,
fue cambiando a pánico cuando escucho salir desde las hojas de los árboles una
risa que infundía pavor en su corazón, su hija que la miraba soltó en llanto, su
madre había recuperado algo de fuerza por una extraña brisa, se puso de pie
tomo de la niña de la mano y presuro el paso y a la nave estaba encendida, su
esposo al verla suspiro por un momento y la encamino a su lugar, Lui el segundo
hijo de Dirion temblaba mientras que veía estrellas apagarse, estos mismos astros
que veía para darle paz antes de poder dormir, siendo apagados como el fulgor en
sus ojos, Lui era magia pura, su cabello castaño rojizo caer de lado derecho, esos
ojos verdes obscuros reflejaban misterio y su sonrisa de niño bien portado y galán
hacia la izquierda arqueando un poco la ceja del mismo lado, no muy alto pues aún
era pequeño.
Dirion en cambio media mas de 2 metros, ojos que cambian de color, no por nada
en específico solo hacían combinaciones que una que otra vez hacia reír a sus
hermanos, cabello blanco con mechones azul de diferentes tonalidades una
expresión de tranquilidad, con sus expresiones parecía entender todo aunque
desconociera. Una sonrisa de sabio y una agilidad increíble, su destreza para
manejar la espada, el arco y complicados hechizos que sus amigos del Norte le
enseñaban, piloto y con habilidad con la tecnología, el sabía que fue encontrado
por sus padres adoptivos y por mas que usaba instrumentos para la localización
paternal solo aparecía el nombre Initzio y solo en una ocasión apareció Luang I,
el había invertido mucho tiempo en la investigación de sus raíces pero ni una pista.
Por su parte su tercer hijo Mark tenía los ojos entre avellana y miel, serio la
mayoría de las veces, pero muy inquieto al momento de la aventura él rara vez
medía las consecuencias de sus actos, en cambio Digon era el observador, el
curioso, el preguntón, su pasión era ver y deleitarse analizando los diversos tipos
de plantas, sus ojos agua marina y su cabello verde oscuro, este era el simpático el
primogénito de Papá consentido aunque no tanto como Lui, que aunque fuese el
segundo iba a heredar el imperio.
Ese sueño otra vez se levanta de su cama un poco agitado, desconociendo una vez
mas su procedencia, estaba en orfanatorio que atendían buenas personas, ahí vivía
desde que fue encontrado junto con otros muchachos en el campo muy de mañana,
sosteniendo fuertemente la mitad de una estrella y una cajita que no tenía llave y por
lo tanto no podía abrir, ese era el tesoro del niño ahora joven que junto con los
sobrevivientes se marcharía aún sin rumbo, cuando escucho una suave voz golpear
su corazón: Ve a la montaña, busca la llave y descubre quien eres y quien soy yo exclamaba para sus adentros, pronto lo averiguaría, pensó mucho hasta que el
sueño lo venció.
Una vez mas la estrella que ella tenía había iluminado su habitación era extraño
verse vestida de reina caminado sobre extremos jardines, cubiertos con camas de
flores unas blancas y otras rojas, naranjas y azules mezclándose en una combinación perfecta hasta que volteaba la mirada veía unos tiernos niños gritándole
¡Mamá! En ese mismo instante perdía la habilidad de poder seguir durmiendo, pero
se veía real cada vez más real. Después a esa meseta a la cima del monte que daba
a una población más o menos cercana.
A la mañana siguiente 2 grupos sin saberlo caminaban para encontrarse en aquella
montaña misteriosa de sus sueños, venían de 2 direcciones contrarias; la meseta
tenía un pequeño lago como un árbol sin fruto en realidad 3 montes sobresalían de
la planicie, era la época de lluvias por lo que todo estaba verde.
Al llegar los muchachos a la cima se dedicaron a recoger un poco de fruta y buscar
agua pura para beber, encontrando una gruta que tenía un brote de agua. Continuara en Episodio V La batalla contra Jedither