Don Panchito esta mañana salió temprano a la tienda porque la sal se termino anoche y la sal en la comida no debe faltar, se entretuvo un rato platicando con el tendero y de paso recogió la leche que le llevan todos los días para echarle al café.
Una ves en casa se sirvió un café y encendió un cigarro y fue a ver cuantos huevos avían puesto las gallinas regreso y guiso dos con salsa almorzó y como de costumbre en su silla de junto a la ventana fuma y recuerda, recuerda y fuma, de pronto ve cuando vivía su esposa que en paz descanse como tenia cuidado el gallinero no se salían las gallinas y eso que en aquellos tiempos siempre tenían varios cochinos y bacas, pero pasa el tiempo y el solo ya no puede hacer nada y las enfermedades por ellas ha tenido que vender los animalitos menos las gallinas porque esas son las que ponen los huevos para el almuerzo de todos los días y de ves en cuando la que ya no pone pues para el caldo.
Fue recordando de uno en uno los nombres que su difunta esposa les havia dado a los animales sonriendo del ingenio que havia tenido para por algún pequeño detalle basarse y darle el nombre adecuado.
Vio lo bonito que se veía la casa cuando ella vivía bien pintadita aseada y asta con flores en tinas y trastos viejos todo en orden y limpio siempre sabe Dios como le hacia porque hoy da lastima ver la casita, sus pensamientos siguieron volando como el humo de sus cigarros y sin darse cuenta se quedo dormido.
esbribes muchas estupideces, eso no te hace perder mucho tiempo?. De todas formas tu solo te darás cuenta, que no sirves escribiendo. Andueza.