Era el día de noche buena, una fresca mañana. En un calle muy transitada, allá por Patria y Vallarta.
En una esquina se encuentra una niña pequeñita, de aspecto sucio, humilde y pobre. Su nombre es Lolita, ella no tiene una familia, pero tiene a sus amigos de la acera.
Como cualquier niño de estas condiciones, pide limosna a los autos que a ella se acercan, para poder sobrellevar esa vida a la cual fue asignada.
Lolita nunca ha tenido una muñeca y pidió su deseo de Noche Buena, lo único que pedía era tener un delicioso pan recién hecho, un poco de agua fresca para apagar esa sed que todos los días sentía al estar bajo el sol, y por ultimo una pequeña muñeca, sin importar si era nueva o ya había sido utilizada.
Al llegar la noche se tiró en su cama, que desde que memoria tiene había sido una banqueta, solo para dormir y descansar su jaqueca, se cobijó con su piernitas y se quedó profundamente dormida bajo la luna llena, después de haberle pedido a Dios bienestar para el mundo entero.
Por esa misma zona, hay una casa muy grande, lujosa, luego luego se nota la clase de la colonia. Allí vive otra pequeña niña de nombre Alexa, ella es adinerada y de buen apellido, que suerte tiene pues cayó en una buena familia, ella esperaba ansiosa a que el sol se escondiera, para poder pedir su deseo de Noche Buena. Hizo una lista inmensa de artículos para jugar, pidiendo: una bicicleta, una matatena, un resorte para jugar con sus amigas, pidió juegos de mesa a morir, y ¿por que no? Pidió su colección de los ositos cariñositos que estaban de moda en su escuela privada, al final de la lista con letras mayúsculas y subrayadas, escribió que quería una muñeca nueva, terminó su cartita y la colocó junto a su zapato como era la tradición en su familia y se fue a su propio cuarto a dormir, tenía una cama gigante para una niña de tan solo 8 años, con sabanas de seda y edredones de los más finos de la ciudad, su cama estaba rodeada de hermosos peluches y lujosos juguetes, se calmó y abrazó a su vieja muñeca que es muy bonita.
A la mañana siguiente, Alexa despertó sonriente, bajando las escaleras lo más rápido que pudo para llegar hasta su precioso nacimiento, por fin… ve una pila de cajas forradas con papel navideño, ella emocionada comienza de la caja más pequeña a la mas grande, encontrando de todo, su bicicleta, su matatena, todo lo que había pedido lo tenia en sus manos, el último obsequio que abrió, era una preciosa muñeca nueva, tenia un vestido de algodón almidonado, un collar de perlas, un moño en cada trencita, y unos lindos lentes.
Estaba feliz con su nuevo juguete, olvidando por completo a su vieja muñeca, que tenía un vestido azul y unos lindos chapetes rosados en las mejillas.
En un descuido de Alexa, olvidó a su vieja muñeca fuera de su casa… su madre pensó que ella ya no la quería más, y al bote de la basura la echó.
En un basurero, llegó a parar la pobre muñeca, con tanto aventón y movedera, su vestido se rajó y le quedó un enorme agujero.
La pobre muñeca quedó solita en un montón de basura, hasta parecía que ella lloraba.
Ese mismo día unas horas antes, en la esquina de Patria y Vallarta, despierta ansiosa Lolita, por que soñó que ya saboreaba ese pan recién horneado y lo remojaba en un poco de leche o de menos lo acompañaba con una rica agua fresca de limón o de naranja, y compartía su comida con esa muñeca que tanto anhelaba. Pero…volteó de un lado a otro, buscando como si algo hubiese perdido y se dio cuenta que no había recibido nada esa mañana de navidad, Lolita desilusionada prometió que nunca más un deseo pediría.
Desilusionada siguió trabajando en la acera, para poder sacar unos cuantos pesos para comprar tan siquiera un poco de leche y pan par poder comer.
Cuando el sol estaba en lo más alto comenzó a caminar sin rumbo y sin dirección, para distraerse un poco y ver como la gente convivía en sus casas.
Llego a un gran basurero y de lejos alcanzó a observar a una muñeca con un lindo vestido azul y chupetitos rosados en las mejillas, se dejó ir hacia ella lo más rápido que sus piernitas pudieran, cuando llego junto a ella, se le llenaron los ojos de lágrimas, la levantó y la apretó muy fuerte contra su pecho, la sacudió y la beso de pies a cabeza.
Las revisó muy bien y le vio ese agujero en el vestido – pero quien te hizo esto?- Le preguntó muy preocupada a la muñeca. – yo te cuidaré para siempre, Pero antes te coseré ese agujero, siempre soñé con tenerte, día a día fuiste mi gran y único deseo pero dejé de obsesionarme con tenerte por que creí que los deseos no servían y que nunca se cumpliría. Ahora que te tengo comienzo a creer de nuevo en los deseos, tal vez era solo cosa del tiempo.
-Tengo una muñeca- exclamaba emocionada y contenta por las calles caminaba sin soltar a su muñeca a todo el que pasaba les presumía su pequeña muñeca que por fin era de ella, solo de ella y de nadie más.
Decía sin parar – se cumplió mi deseo, por fin tengo mi muñeca-.
Por la misma calle caminaba Alexa, ella acompañaba a su madre, pues era un día de shoping, y sin soltar a su nueva muñeca de las trenzas.
Levantó la vista por que escucho a Lolita presumir a su muñeca, la observó y corrió hacia ella.
-oye ladrona de muñecas, revuélvemela, es mía.
Lolita la ve con extrañeza y la desafía con la mirada pero ella siempre responde muy humilde y con mucha nobleza
- disculpe usted, pero esta hermosa muñeca de vestido azul y chupetes rosados en las mejillas, la encontré hace apenas unas cuantas horas, estaba abandonada en un feo basurero, sucia y tirada, con su vestidito roto que yo le arreglé.
Alexa enojada, le gritó en la cara y la veía de abajo hacia arriba como si no importara, agarró la muñeca y se la aventó, cayó justo en un charco de agua y quedó toda empapada.
Lolita, sin perder la calma levantó a la muñeca, la exprimió, le sopló y la sacudió. Alexa estaba enojadísima, como era posible que una niña rascuacha tuviera a la muñeca que algún día fue su preferida, se cruzó la calle sin fijarse de lo enfadada que estaba, cuando ella volteó, fue demasiado tarde, por desgracia un camión por encima de ella paso, despedazando la muñeca nueva que traía en los brazos y quedando Alexa tirada en la calle sin poder levantarse.
Llegó una ambulancia, subieron a Alexa, Lolita asustada se subió junto con ella para no dejarla sola, Alexa no sabía lo que pasaba solo sentía un fuerte dolor por el cual ella lloraba y solo pedía a gritos a su muñeca para abrazarla.
Lolita amble fue al contarle lo que había sucedido con punto y coma sin saltarse ningún detalle, ofreciéndole su muñeca para que apagara su dolor, le prometió que si se mejoraba hasta la muñeca le regalaba.
Alexa a la muñeca abrazó, sin dejar de llorar y gritar del dolor, pero se dio el tiempo de agradecerle a Lolita por estar con ella después de todo lo que le dijo e hizo, pidió una disculpa que, por la humildad de Lilita no negó.
Minutos más tarde de ser amigas y borrar las palabras dichas y las acciones realizadas, Alexa aflojó su cuerpo y así descansa en la cama de la ambulancia.
A Lolita le decían – Esta niña dormirá por siempre- claro que lo entendía estaba acostumbrada a decir adiós día a día a todas las personas que de su vida desaparecían.
A la hora del entierro, Lolita fué a ver a su amiguita llevo consigo a su muñeca y rezó por el eterno descanso para Alexa en su dulce sendero, ella sabía que nunca volvería, que jamás con ella jugaría y al cielo directo se iría.
En la noche estaba Lolita sola con su muñeca, se acerco a la tumba de Alexa y comenzó a platicar con ella, le explicó una serie de cosas que eran un poco complicadas de entender, así de la misma manera se despidió de su pequeña muñeca, comenzó a cavar y enterró a la muñeca.
-Te comparto mi muñeca, que al final de cuentas es de las dos, nuestra pequeña muñeca de vestido azul y chupetes rosados en las mejillas, te visitaré todos los días vas a ver, y ya verás que en el cielo tu tendrás tu propia muñeca y yo aquí bajo la tierra tengo a mi muñeca, a un lado de la que ahora es mi mejor amiga-
-Espérame allá arriba no creo tardar, que con esta hambre y con este frío no creo soportar, no te preocupes que pronto llegare, y jugaré con tigo y con esta muñeca-
Coloca la muñeca sobre la tierra y la tapa con varias capas de la misma tierra, se despide y le da un beso a la lápida de Alexa y al montón de tierra de la muñeca.
FIN
lo peor es que se lo lei a mi hija antes de dormir, nos vamos a dormir super tristes las dos