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Categoría: Románticos

Nunca dijo nada

Corría el año de 1991, meses de invierno fríos y nublados, tristes para mi alma solitaria; caminando por esas calles solitarias meditaba sobre mi vida, lo vacía que se encontraba y desea que la tormenta pasará y llegara un poco de tranquilidad y algo o alguien. Al levantar mis ojos cansados de llorar, divisaron la figura de un hombre que me miraba fijamente, con ternura como viviendo con migo el dolor que mortificaba mi alma en esos momentos, me tendió su mano para ayudarme a pasar una calle; no me dijo nada; proseguimos nuestro camino, íbamos para una misma calle pero diferente casa, percibí que nunca me quito la mirada, hasta cuando me perdí. Esa fue la primera vez que lo vi.

Un mes más tarde lo volví a ver; en otro sitio otras circunstancias, y mi estado de ánimo menos triste, yo como funcionaria del lugar, y él como usuario de los servicios de ese lugar. Nuestras miradas se encontraron, y se perdieron en la distancia; lejos de imaginar que era una persona a quien iba a atender por un largo tiempo, siempre llegaba a la ventanilla de atención y me miraba con tanta ternura, con amor pero nuca dijo nada, solo llegaba a las 6:00 p.m. y se estacionaba en el mismo lugar, haciéndose quién leía, pero yo sentía su mirada por encima del libro que le ayudaba a escudarse o disimular sus miradas, pero nunca decía nada. Un cierto día que llovía, llego a su rutina de siempre, pero esta vez me miró y se retiró para la oficina de enseguida, por mi parte hice quién necesitaba entrar a esa oficina y con firmeza y decidida a entablar una conversación lo miré y lo saludé e hice un comentario acerca de la lluvia, acento con la cabeza y sonriendo me dijo cualquier cosa relacionada con la lluvia, y no dijo nada más. Desde ese día comenzó a saludar y ser especial con migo, pero nunca decía nada que yo no supiera, se empezó a entablar una amistad de usuario a funcionaria no más, nunca dijo nada diferente a el trabajo; siempre estaba pendiente de todas las actividades que se desarrollaban en aquel lugar y en las que yo participaba, pero nunca me dijo nada, la rutina siguió por un año más, pero nunca me dijo nada más de lo que ya narré. No sé si fue el dolor, la soledad, la tristeza que en esos días atormentaban mi existencia, que me hicieron vivir una historia fantasiosa en la que me imaginaba que él era mi príncipe, que venía a salvarme y sacarme de ese mundo solitario y vacío en la que se envolvía mi vida. Un día cualquiera no volvió. Un año más tarde caminando por una calle soleada y con un bebe en brazos, un carro paro a mi lado y me dijo hola… te llevo… era él nuevamente… hablamos de cualquier cosa, me dejo en una calle y me dijo a dios, nunca más lo volví a ver…
Datos del Cuento
  • Autor: deob
  • Código: 795
  • Fecha: 12-12-2002
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.56
  • Votos: 34
  • Envios: 0
  • Lecturas: 12329
  • Valoración:
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