Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Románticos

Susana - 13 El vuelo.

Susana - 13
Capítulo 13 “El vuelo”

Susana por fin se decide por Curazao, una isla del caribe que depende de Holanda y forma parte de las Antillas Holandesas.
Su idioma oficial es el “papiamento” y el “holandés”.

Salimos el lunes en la mañana porque no se pudo para el fin de semana.
Llegamos al aeropuerto, dejo a Susana con las maletas en la entrada.
Voy a dejar el carro en el estacionamiento.

Vuelvo y comienzo la rutina de todo pasajero, pago el impuesto de salida y voy a embarcar las maletas y presentar los pasajes, pasaportes, etc. en la aerolínea correspondiente.

Mientras esperamos a que anuncien nuestro vuelo nos vamos a la cafetería… ella se ve tan contenta.
Conversamos, me muestra los folletos que le dieron en la agencia de viajes, sueña con la inminente realidad.

Nuestro vuelo es anunciado por los altoparlantes y la pizarra…

Susana - ¡Es nuestro vuelo, vamos… vamos!

Cuando abordamos el avión nuestro talón de embarque nos dice que nos toca un asiento de tres.
Ya está en la ventanilla sentado un señor.
Susana pasa al medio. Todos sus movimientos son atentamente observados por el señor que parece tener los ojos sincronizados con el escote de Susana.

Ni bien nos sentamos el “fulano” se presenta y empieza a hablar y hablar (con Susana).
Ya estoy harto de oírlo así que empiezo a llenar los formularios.
Terminé el mío.
Veo a Susana muy entretenida así que comienzo a llenar el formulario de ella.
Necesito unos datos de ella - ¡Susana!... necesito…
Susana - ¡Ay... ya va!…
Y sigue la conversación con el “fulano”… risas de aquí y de allá.

Joaquín – Susana, debemos llenar tu formulario…
Susana - ¡Si!... ya va… ja... ja… ja…
… bla… bla… bla… el “fulano” y ella.

Joaquín – Permíteme un segundo…
Susana (en voz baja) – Estas “pesadito”…

Continúa su animada conversación.

¡Hummm… bien… muy bien!... si hay algo que odio es caerle pesado a una mujer.

Pero… ¿y aquella chica allá solita?
Le agarro la mano a Susana y le pongo el pasaporte, el formulario (que debe completar), el ticket de sus maletas y $2.500 (dólares americanos).
Me levanto, tomo mi maleta de mano. Me cambio de asiento, al lado de la chica.

Joaquín - ¡Disculpa!, te vi leyendo esa revista “feminista” y me preguntaba si tú eres una de ellas.

La chica - ¡Nooo!... para nada. Soy “normal”.

Joaquín - ¡Eso es maravilloso!... ser “feminista” es tan malo como ser “machista”… ¿cierto?

La chica (sonriendo) - ¡Cierto!
Joaquín (también sonriendo y tendiendo la mano) - ¡Soy Joaquín!
La chica - ¡Soy Celeste!
Joaquín – Pero te ves “rosadita”.

Se ríe.

Celeste – Soy Ing. en Petróleo y voy a estar tres días en la refinería venezolana que hay en Curazao.

Joaquín – Yo estaré lunes y martes… como perdí mi pareja en el viaje. Creo que me aburriré en el Casino del hotel los dos días.

Celeste - ¡Ay!... a mi me encanta la ruleta. Tal vez nos veamos allá… ¿Cuál es tu hotel?
Joaquín – Mi hotel es… Holiday Beach Curazao.
Celeste - ¡Ese mismo es el mío!
Joaquín – Esto es maravilloso… es el destino. No puedo perder la mano que el destino me ofrece.
¿Qué te parece si esta noche te invito a cenar y luego probamos suerte en la ruleta?
Celeste - ¿No te parece que vas muy aprisa?
Joaquín – Tienes razón... ¡Olvídalo!
Celeste (sonriendo) - ¡Acepto!
Joaquín – A ver… préstame tu revista.

Susana que se percató de mi ausencia mira hacia donde estoy… hago como que no la vi.

Viene…

Susana - ¡Permiso!... Joaquín, ¿querías decirme algo?
Joaquín – Sí, dentro de tu pasaporte está un formulario que debes llenar con tus datos personales y un teléfono o dirección a quien avisar.
Susana – ¿Avisar qué?
Joaquín – Esos datos los ponen en una caja fuerte a prueba de fuego e impactos…
Es para saber a donde avisar que vengan por tu cadáver.
Susana (preocupada) - ¿Cómo mi cadáver?
La azafata – Señorita, regrese a su asiento… ¡Por favor!
Se va… pensativa.
De allá me mira. Saca el formulario. Ve que lo que le digo es cierto… empieza a llenarlo.
Se levanta y vuelve - ¡Perdón! (mirando a la chica y luego a mí), ¿podrías decirme qué pongo aquí?
Joaquín, mirándola con cara de “pocos amigos” - ¡Vete y pregúntale a tu “jocoso” amigo… no seas “pesadita”!

La voz del Capitán (primero en inglés, luego en español) – Su atención por favor, estamos próximos a aterrizar, manténganse en sus asientos y abrochen sus cinturones. Espero hayan tenido un viaje placentero… bla… bla… bla… ¡Gracias!
La azafata – Señorita, regrese a su asiento.

Una vez que el avión aterrizó y se parqueó, hago “punta” con la chica de mi mano.
Susana queda bastante atrás.
Voy a recoger mi maleta y la chica la suya.
Llega Susana - ¿Quién es ella? (me pregunta al oído).
No le contesto… miro las maletas aparecer y dar vueltas pero no veo la mía.
¡Por fin llega mi valija! La tomo y me voy con Celeste.

Susana - ¡Joaquín…!
Nada, ni volteo a verla.
Ella todavía no tiene su maleta.
Llego a la cola de “Inmigraciones y Aduana” y volteo a verla.
El “amigo” se le acerca. Algo le dice al oído y sonríe.
¡PLAFF!
Sonó seco el cachetazo y vuelan sus lentes.
El tipo se arrodilla y tantea buscándolos. El gentío absorto en sus “cosas” no se percata de nada. Alguien patea esos lentes que llegan hasta donde estoy.
Se los piso… hago añicos sus cristales y vuelvo a patearlos.
Cuando quiera ver los senos de Susana tendrá que poner los ojos pegados al escote.
La fila “se mueve” y avanzamos. Reviso mis papeles…
Siento detrás de mí “ese perfume” y un gimoteo… es Susana, sus papeles en una mano y su maleta en la otra.
Trae puestos sus lentes de sol. Su naricita luce “colorada” y de sus ojitos bajan doble línea de lágrimas.

No puedo ver llorar a una mujer y menos a ella… no puedo…
Lentamente le quito los lentes y van apareciendo sus inundados y enrojecidos ojos.
Nos miramos… trata de reponerse y hace un gesto con la cabeza acomodando sus cabellos… es inútil.

Trata de escapar de mi mirada cerrando los ojos… sus labios empiezan a temblar y su mentón por momentos se contrae… se esfuerza por serenarse. Mueve la cabeza en gesto de no y vuelve a acomodar sus cabellos. Su rostro revela una lucha desesperada pero el llanto es inminente… ya no puede más…

(Continuará)
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.14
  • Votos: 64
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4023
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 13.58.205.159

5 comentarios. Página 1 de 1
Joaquín Ledo
invitado-Joaquín Ledo 22-11-2004 00:00:00

Ithaisa: Piensas que soy celoso y lo que me dices, sé por qué me lo dices. Mi corazón agradece tus esfuerzos. Como tú bien sabes es mi corazón quien se niega aceptar la realidad. Corrió a esconderse en el “pañuelito de oro”. Lo llamo pero cierra los ojitos y no me hace caso. ¡Ay… ese traidor corazón que tengo! Joaquín

Joaquín Ledo
invitado-Joaquín Ledo 22-11-2004 00:00:00

Pau: Agradezco tu comentario. Siempre tus acertadas palabras y valoración de mis escritos me llenan de regocijo. Aprecio que me leas y que me dediques tus comentarios. Joaquín

Pau 2
invitado-Pau 2 21-11-2004 00:00:00

"SUSANA 13-EL VUELO" (JOAQUÍN LEDO) Ese fulano con los "ojos sincronizados"....qué inoportuno... El entusiasmo de Susana...¿De qué hablaría con ese fulano??? La palabra clave que le duele a Joaquín...y su punto débil...las lágrimas de una mujer... Esta novela no me da respiro!!! Cada capítulo una hecatombe!!! Quiero el próximo capítulo...¿Habrá suerte en el juego o en el amor??? Pau

Ithaisa
invitado-Ithaisa 21-11-2004 00:00:00

Creo que aquí hay muchas cosas entremezcladas. Por un lado encontramos la ilusión de una mujer enamorada que anhela encontrar un nuevo destino junto a la persona que quiere, y rebosante de alegría encuentra a otra persona que la escucha y comparte con ella otros temas que parecen ser de su agrado. Pero, así mismo, encontramos los celos del señor Joaquín, por el echo de que este acompañante es un hombre; más, puesto que no retiene toda la atención de Susana, re refugia en el mismo cartanazo con una mujer, esperando que así Susana se arrepienta. Sólo hace falta un poco de paciencia y de sensatez, Joaquín. Era ese señor quien le miraba el escote, ella solo conversaba... Por lo demás, sólo queda restar que sean pocos los capítulos que queden para el gran final de esta novela. Saludos cordiales. Ithaisa.

Ana María
invitado-Ana María 21-11-2004 00:00:00

Habeis visto que celoso. Me ha encantado éste, el primer cuento que leo aquí. Pues veo que es parte de varios capítulos. Habré de leeros cada día. Haz proyectado a Susana muy hermoza y muy ingenua.

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033