Un remolino de moscas negras revoloteaba atraídos por la putrefacción de un basurero. Todas revoloteaban de manera dispersa y sin ninguna armonía, cada una estaba en lo suyo, volar y posarse, posarse y volar.
Otra mosca negra, que salía por la ventana de una casa vecina, veía a sus compañeras, y procuraba no mezclarse con ellas para no ser confundida, ella acababa de comer en una mesa entre platos de loza y brillantes tenedores. Mientras sobrevolaba a cierta distancia se pensaba para ella misma: ” Porqué será que nuestro color negro siempre es visto con asco y repugnancia por la gente, acaso la coloración oscura denota malos presagios y nuestra presencia nunca es vista con buenos ojos? . Ante ésta interrogante, penso en otro color, sí, un color distinto que la diferenciara de sus compañeras, tratando de resolver su problema, pensaba: “ un verde podría ser, es sinónimo de frescura, de naturaleza, el verdor de la esperanza.”
Y fue así como decidió cambiar la coloración de su cuerpo para ser distinta, sin saber que aquel dramático cambio, surtiría en ella un efecto contrario; tal vez por capricho de la naturaleza, una falla cromática hizo que la mosca verde produjera mayor asco y repulsión a la gente y que en lugar de atractivo y frescura, denotaba putrefacción y muerte.
Moraleja:
Pobre de aquella mosca que creía, que el cambio de color trae simpatía
Y aunque la coloración era bella, el problema era ella.
Considero que es inevitable que en mi caso pase de joven negro a viejo verde, pero eso ya es cosa de la madre natura. Tu lección me ayuda a sobrellevar mi carga. Gracias