Respira con honda pasión, se deja arrastrar inmersa en el huracán debastador de sus besos, nunca soñó vivir un amor con tanta fuerza, lejos de perjuicios, cerca de la vida, esa vida que tal como se la dió se la quitó.
Siente como sus manos vibran, su cuerpo late, su piel se eriza con un breve contacto de él, irremediablemente será suya, suya infinitamente, suya hasta morir, porque por él, por su amor morirá.
Todo comienza ese día en el que sus ojos lo encuentran, y queda imnotizada por su magia, nunca volvió a mirar otros ojos que no fueran los de nuestro pequeño embaucador.
Sus días corrieron veloces en busca de él, ya nada tenía sentido si no escuchaba su voz, sin él no había razón de ser, ya estaba perdida, ya no tenía voluntad.
Cuán amarga fué su vida, cuanto amor tuvo que retener, cuantos besos se perdieron en silencio, cuanta pasión quebró su ser.
Hoy luce viva, pero muerta en silencio. Su corazón ya no late, se quemó en el infierno. En el infierno de sus mentiras, de sus falsas caricias, en la nada.
Cómo pudo destruir tantas caricias, tanto amor, cómo pudo hacerle tanto daño a un alma tan pura.
"Sin tí no soy nada, me pierdo en el silencio"