Casi no alcanzo a comprender de dónde me nació esta necesidad de llorar. Mamá me dijo que era para que se fueran los malos pensamientos y otro agregó que cuando lloramos es porque nos faltó decir algo.
En qué circunstancia repentina mis ojos se cerraron para expulsar malos pensamientos o lo que me faltó decir, es la incógnita de mi relato.
Estaba allí, contemplando la noche por mi ventana. Era tarde y algo me reclamaba palabras. Imaginando a Van Gogh paseándose por mi alcoba, le contaba las tragedias de este milenio. Serena su voz, me enseñaba la fórmula para seguir adelante con mis anhelos de vivir. Sí, Vincent se me había escapado de un libro y estaba allí, contemplando la noche conmigo.
-Te pareces a mí.- Añadió gracioso, sentándose a los pies de mi cama.
Encendí la luz. Me miré al espejo. Se rió de mí y luego su mirada triste reprochó mi aspecto. -"Qué le voy a hacer! Soy así"- Le dije, encogiendo mis hombros. -"Pero igual cuando salgo a la calle, cualquier tipo con cara de depravado me saluda con piropos indecentes, en tanto el sol alumbra mi horrorizada cara".
A veces es bueno sufrir. Se aprende a mirar con el corazón y no solamente con ese espíritu cobarde viviendo entre los que sólo saben ser felices. Se aprende a morir también, a morir mientras los demás hacen fiestas e inventan tragos exóticos, se juntan en los parques y se van a lugares que nunca yo visité.
Sí, es bueno sufrir. Es bueno mirar por la ventana junto a uno que murió de sufrimiento. Sí, es bueno que se ensucien los vidrios de la ventana. De lo contrario, nunca los limpiaríamos.
Y vi a un loco que pasaba por la calle tarareando canciones tristes. Y pensé en los pobres corazones sin ley. Y recordé al anciano de todos los días que se veía allá, en un banco. Y pensé también en los ojos tristes. !Qué sería de ellos si no lloraran! !Qué sería, por Dios, de Beethoven, Mistral o Becker!!... !Qué sería de Van Gogh encerrado en su locura!... !qué sería de los inmensos que sufriendo se inmortalizaron!
He ahí el verdadero motivo del llanto. LLoramos como ellos lloraron su arte... para inmortalizarnos en nuestra historia.
FIN