Yo pense, que tenía muchos amigos, que los que suponía "amigos", no eran más que simples compañeros de rato. Un día, sentada en mi cama, me puse a pensar en los verdaderos amigos que tenía, y me asombré al ver que eran muy pocos.
Me preguntaba a mí misma que podía haber pasado para tener tan pocos amigos, hasta que me dí cuenta, de que los que creía mis amigos, sólo estaban conmigo porque les convenía, o porque no tenían con quien andar.
Al día siguiente, llegué al colegió, y empezé a mirar a todos mis supuestos amigos, para detectar cuales eran sus errores. Los miraba muy fijamente, y la verdad que encontre muchos de sus errores. Llegó la hora de irse a casa, y llegué a mi casa y me puse a pensar nuevamente, y me dí cuenta que la equivocada era yo, que yo no era la buena amiga, que yo siempre andaba mirando a todos con inferioridad, y me sentí muy mal.
No soportaba ser como era, me sentia una mala amiga, mala compañera, mala persona, y decidí cambiar para siempre.
Al día siguiente, saludé de lo mejor a mis amigos, les demostraba cuanta falta me hacian y cuanto los quería y apreciaba. Ese fue un día muy lindo, talvez uno de los más felices de mi vida, porque me dí cuenta que en realidad me quieren, que en verdad tengo los mejores amigos del mundo.
Pasaron 2 meses, y me hize muy amiga de un chico, su nombre era Santiago, llegue a tal punto de quererlo, que un día me dí cuenta de que realmente estaba enamorada de él, y yo pensaba que él de mí también.
Pasó como una semana, y él se comunicó con una de mis mejores amigas, y le dijo que me quería y que lo ayudara conmigo. Ella aceptó.
Yo, de lo más feliz, decidí que quería ser su chica. El día en que nos ibamos a arreglar, no se que me pasó, algo me decía que no lo espere, yo estaba muy nerviosa y decidí marcharme.
En mi casa me puse a pensar porque hize eso y no hallaba explicación.
Pasó un día, y yo pensando que ese sería el día en que Santiago me diría todo lo que sentía por mí, me dirijí al colegio, y muy feliz entre en mi aula, y pasaron las horas, y una amiga me comunicó que él ya no quería nada conmigo y yo me puse muy triste.
Tuve que resignarme y pasaron los días.
Al poco tiempo me contaron, que a los dos días de que supuestamente me iba a declarar su amor, se arreglo con otra chica. Yo no lo podía creer, pero me alegre de que no hubiera pasado nada entre los dos porque me demostro que no era un buen chico y que no sentía nada por mí.