Llora sin presión, esta sentando mirando el televisor. Idiota, sal de ahí, muévete sólo ganarás miserias si persigues ahí. Ya paso buen tiempo desde que te abandono, tiraste los últimos centavos comprando alcohol. ¿Y acaso alguien bebió contigo?. Te has transformado en un ser patético. ¿Piensas que volverás?, desengáñate inmundo animal. No volvió cuando te morías en un hostal de cuatro pulgas y crees que ahora por ese estado regresará.

Abel trata de no escuchar a sus demonios, es tan tonto que sigue escuchando al corazón. ¡Cobarde! si estuviera junto a ti te golpearía hasta el cansancio. Tienes que vengarte, si tu vida es miserable has peor la de ella. ¿Qué obtendrás llorando.? ¿Un vaso lleno de lagrimas?. Pobre niño necio, rompe el cristal, endurece el pecho y mátala a sangre fría, como Capote si quieres.

Es tarde y Abel piensa en dormir, en realidad prefiere no levantarse. Es bueno pensar así, por fin entras en razón. Mañana será otro día sin sentido como este cuento pero puedes darle mejor forma a las horas si lo eliges, revuelca el destino cuando despiertes y deja ya de llorar. Los hombres no lloran ¡carajo!, recuerda las palabras de tu padre. Aún la herida esta latente. ¡No estúpido.! No reces otra vez, que piensas pedir en tus plegarías: ¿Respuestas?. Si ellas jamás las tuvo, Dios tampoco las tendrá, él tiene asuntos más importantes que atender.

No puedes dormir, ya casi amanece y sigues pensando. No pienses que es mejor sentir. Siente lo atroz que estuviste cuando por milagro despertaste en un hospital de enfermos mentales luego de ingerir el frasco lleno de clonazepam ¿Recuerdas.? Ella no estuvo ahí para ti. Pediste que venga a verte y nunca apareció. Sólo estuvieron los amigos de siempre y ni cuenta te diste y hoy ellos están lejos de ti, no supiste apreciarlos y los perdiste al igual que los buenos sentimientos. ¿Ella estuvo cuando tuviste la decisión de descartar esa beca al País de tus sueños por complacerla.? Ni siquiera te lo agradeció cuando se lo dijiste, te dejo peor. Mira como estas, no puedo reconocer ese estado. ¿Por qué te compraste ese horrible par de zapatos cuando tú adoras las botas?. Torpe otra vez, “fue por amor” dirás. “Fue por idiota”, te digo.

Ella no estuvo presente cuando te traiciono. Lo supiste luego y ¿Cual la primera reacción?: Perdonarla. Sólo Dios puede perdonar imbécil , los humanos como tú eligen vengarse. Se el malo esta vez, juega su juego, será fácil, ella ya te lo enseño, tú aprendes rápido. Fue instantánea el modo como aprendiste a Amar pero ahora es buena la oportunidad para que odies, no la dejes pasar. Que no te engañe sus ojos, te vencieron y esta bien reconocerlo pero ya sabes que había del otro lado: Porquería, entonces ¿Qué justicia hay en seguir extrañándola?

Abel se levanta de la cama, mira su rostro al espejo, las ojeras le recuerdan la mala noche. No se lava la cara, toma un taza fría de café y busca encontrarse en algunas fotos de los momentos con ella, luego busca las fotos del ayer. Es fácil hallar la diferencia: Solo era más feliz o al menos la imitación le salía perfecta. ¡Claro! Que antes estabas mejor o peor pero sabías salir del apuro, te la ingeniabas para sonreír sin depender de ella. Se franco con tu reflejo, nunca pensaste verte así. ¿Cuánto cigarrillo fumas al día.? Ya sabrás que ella nunca donaría un pulmón por tu salvación. Para que caminar zigzagueando si todavía puedes enderezar el camino. Huevon te llamo la vez en que le pediste matrimonio. Huevona ella por despreciarte. Tiene que pagarte la cuenta, no lo olvides. Trago lo mejor de ti y se va a escapar tan fácil. Estas cansado, no seas adicto a tu verdad, nadie ha muerto por vivir sólo. No eres un ángel y puedes ser una bestia si te decides.

Abel conoce bien el cuarto de Papá, sabe la clave de su baúl secreto. Al tacho la postura. Tienes que romper la cordura si vas a ir lejos. Abre el maldito baúl de una vez y no lo pienses tanto. Saúl abre el baúl, todavía esta llorando. ¡No llores que pareces adolescente despechada.! Transforma tu miedo en valor que las fuerzas que nunca empleaste las necesitas ahora. Eso es, ya estas menos intranquilo, pareces muy decidido, frunce el ceño ¡Caray.! Tienes que inspirarle miedo y no risa. Rebusca entre esas mismas cosas que tu padre gurda desde que eras niño: Uniformes militares, billetes que ya no circulan, libros raros, fotos de su tierra natal, la Smith Wessson de cañón corto, calibre 38. ¿Que esperas para tomarla Abel?. ¿A que lleguen tus Padres y se enteren de la valiente decisión que acabas de tomar?. Abel coge el revolver, le sudan las manos ¿Podrá controlar la situación?, Claro que puedes basura humana. Ella si pudo hacerte trizas y es tu deber no olvidar ese principio, además míralo desde este lado Abel: Cuando tu necesitabas un abrazo ella te dio un balazo de arrogancia e indiferencia, así que deja ese mal guión y devuélvele el favor ¿Quieres?.

Los pasos son terriblemente lentos, cada minuto se asemeja a una eternidad para Abel que ingresa a su dormitorio que esta hecho un caos. ¿A donde vas Abel.? Debes buscar la puerta de salida y no la de tu cuarto. Seguro que vas a pensar pero si no es necesario ¿Te he dicho ya que hoy sólo debes sentir.? El plan perfecto te lo inventas en el camino, las cosas van mejor si las encuentras espontáneamente y no en tu habitación así que deja de fregar y sal de la casa de una buena vez, sube al auto y maneja como un bárbaro y si puedes atropella a cuanto peatón se te cruce en el camino. Abel levanta la mirada. Al fin pareces odiar, tu cara ya no tiene el mismo gesto bondadoso de hace días. Los ojos rojos podrían lanzar fuego. Podrías asustarme si tuviera miedo.

Abel coge el arma y se la introduce en la boca. ¡No Cretino!, es excelente la posición de la pistola pero esta en el sitio equivocado. No juegues con eso Abel. No me hagas pensar lo que temo. No me traiciones a mí esta vez. La enemiga debes ser ella y no tú. No te odies justo ahora. ¿Entiendes?. No sacrifiques tu vida por la de nadie. Vales más si te levantas y te atreves. ¿Morirás siendo un cobarde?. Ni siquiera iras al cielo, tampoco te aceptarán por acá. Se egoísta, no te rindas así. No me hagas esto Abel. Podrás vivir para contar tu historia dentro de una decena de barrotes pero será tu mejor venganza si presionas ahora el gatillo será la muerte más tonta, ella seguirá viva y andando por ahí rompiendo los corazones que le venga en gana. Yo también me rendí pero ahora es el momento de darle el escarmiento que muchos no pudimos. No fue lo que vez y jamás se parecerá a lo que pensaste, dame la razón, créeme porque de verdad la tengo. Mátala y del resto me encargo yo. Ya conozco este lugar, estará en mi mundo ahora pero no debes dar marcha atrás. Si perdiste el corazón no es seguro que pierdas el sentido común hoy. Sé lo que pudimos tantos. Dos errores no hacen un acierto: Si fue un error enamorarte de ella, la solución no la encontrarás si sueltas esa bala dentro de ti. ¡Cobarde de lo que quede de ti.! Ni imaginas que aquí la pasarás peor.

Abel cierra los ojos, saca de su bolsillo una carta que escribió sentado sobre el inodoro, la pone cerca de la almohada y de rodillas pide perdón a Dios y a la voz que tanto lo atormento. Abel no pudo apretar el gatillo dos veces, basto un disparo para acabar con su vida y con la extraña voz.