La Audiencia terminó... andaluza valiente.

Estoy sorprendido. Llegué a EEUU y en tan solo tres días esta Audiencia donde verían si había sustento para la acusación de violar reglamentos militares ya terminó.
Como era de esperar me harán un juicio en fecha a determinar. Mientras tanto ya regresé a mi país (adoptivo).
Aunque no te he dicho para quien trabajo ni quien asigna mis misiones no debí mencionarte en absoluto nada de lo concerniente a mis actividades. Pero lo hecho, hecho está... soy culpable por enamorarme de ti y contarte parte de mi vida, como hacen todos los novios.
Aunque lo nuestro ya no es como fue porque todo se dio en nuestra contra quiero decirte que quien se supone que es mi novia y debería haberme apoyado... brilló por su ausencia.
En mi soledad, en mi angustia fíjate que en todo el maldito mundo fuiste tú la única que me habló... ella no.
Quiero que sepas que valoro eso que hiciste por mí... andaluza valiente, andaluza bella.
Yo esperaba que fuera mi novia quien me apoyara... pero fuiste tú.
Por tu corazón noble, por tus palabras (ese poquito que me decías), yo te admiro.
Quiero que sepas que eres una gran mujer y lamento nuestro distanciamiento.
Tú no lo sabes pero en aquellos momentos en que me hallaba tan lejos de todos mis afectos esa mano tuya tendida desde el messenger era lo que me hacía pensar que no estaba solo.
Que aparecieras en el messenger y me dedicaras esos dos minutos era vital para mi . No sabes cuanto bien me hiciste.
Pienso en cuánto nos quisimos... ya ni me acuerdo porque nos peleamos.
Hoy he vuelto a mi vida (no se por cuanto tiempo).
Claro que hay muchísimas personas que me habrían tendido esa mano, esas palabras de aliento... pero ellas no sabían ni pueden saber lo que tú sabes de mi.
En definitiva de las dos mujeres que habitan mi corazón (una como novia otra como amiga) solo tú respondiste y yo escuché en alguna parte que “hay que ser valiente en el amor” qué irónico... ¿cierto?
Es que uno escucha tantas mentiras, tantas palabras que al final no son más que “cuentos” que termina desilusionado.
Pero tú me sorprendiste. Te juro que no esperé nunca que fueras tú, precisamente tú quien estuviera allí cuando lo necesité... yo te bendigo por eso.
Andaluza bella... yo te declaro la mujer más valiente y noble (no se de dónde) de Cádiz o Algeciras (porque mentirosa también eres).
Ahora solo me queda esperar el juicio... y sé que soy culpable. Pero cuando yo te comente “aquello” yo no me sabía todos los reglamentos y no creo que lo sepa ni el mismo que los recopiló.
Existen otras dos mujeres que saben del “Gringo”. Una es cirujano y la otra anestesista.
¿Sabias que el “pentotal sódico” usado como anestesia también lo llaman “el suero de la verdad”?. Así lo supieron ellas.
Te diré que en estos momentos estoy triste... muy pero muy triste porque mi novia (si acaso tengo una) no fue capaz de conectarse y decirme “Ánimo Gringo yo estoy aquí para apoyarte... tienes mi amor, cuenta conmigo ”.
Me pregunto que fue lo que le hice. Si nos peleamos... no sé cuando fue ni por qué.
Pero bueno, tendré que resignarme. Creo que todo se debe a “la distancia” (¿tú entiendes cuando te hablo en clave?).
Claro que me entiendes.
Bueno andaluza me despido y vuelvo a agradecerte el apoyo que me diste en ese par de noches interminables.
Una última cosa... ¿Por qué?
Está bien no me respondas... será tu secreto.


El Gringo