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Categoría: Hechos Reales

Cronica de un asesinato

Recuerdas las veces que viajamos juntos?
Nos gustaba sentir el viento peinar nuestros cabellos, tú muerta de la risa por alguna de mis gracias, contemplábamos los ultimos rayos aquel sol veraniego caer sobre nuestras desnudas cabezas. Que sensación de libertad nos invadía, recuerdas?

Acaso olvidaste quién te recibía después de una larga jornada de trabajo, con las zapatillas en la puerta y un enorme beso de bienvenida?

Quién sino yo, lamía tus heridas cuando sangraba tu corazón por algún revés de la vida?
Hasta mis ronquidos te acompañaban, sin ellos no podías dormir!

Incluso esa foto mía en tu cartera, tan gastada por el tiempo. Decías que era tan guapo que todos tenían que conocerme y organizaste aquella divertida fiesta de presentación; recuerdas aquella mariconada de camiseta rosa que me hiciste poner, con su capuchita y todo?

Y ahora esto..., creí que eramos felices, pensaba que me querías!
Aquel parque cercano a casa donde jugábamos con los niños, deslizándonos por los toboganes hasta acabar negros de cochinos, lo recuerdas?

Eras mi familia... eras mi hogar...eras mi vida...

Si hasta acabé cayendo bien a tu madre (mal que me pese), y es que siempre que venía terminaba pisándome el cayo -Como eres tan chiquitín!- la muy envidiosa, ya hubiera querido ella!
Hemos vivido tanto!
Hemos compartido tantos y tan bellos momentos y hasta los malos los afrontábamos juntos.
Juntos.
Siempre.

Hasta que apareció él.
Pelo largo, ojos azules, brazos de acero, divino de la muerte, y claro, yo no soy así y la carne es débil...

Pero y yo? Yo tengo un corazoncito aquí en mi pecho y también late, sabes?

Dispuesta a sacrificar mi vida por irte con él echándome de ella, nuestro hogar, nuestros amigos, nuestro parque...
Recuerdas...?
********************************************

- Está en la ocho, el pobre lleva una semana sin meterse nada en el estómago, ni tan siquiera agua.
- Ya, pero debes ser duro si te dedicas a esto, al final acabas acostumbrándote.


Sus resecos ojos, permanecían abiertos, con la mirada perdida en el vacío, como puesta en un punto, el vaivén de la camilla lo mareaba, estaba muy débil y no comprendía dónde lo llevaban ahora. Entraron en una sala blanca, la luz del florescente lo dañaba tanto que apenas se percató del pinchazo hasta que notó un pequeño picor en el cuello. A pesar del esfuerzo por evitarlo, sus ojos se fueron cerrando poco a poco.
Poco a po...co.

- Pobre animal, tuvo que ser un buen perro, es una lástima como ha terminado.
- Si, pero era un perro lobo y por lo menos éste conoció el calor de un hogar, algo que muchos humanos quisieran.

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He recogido algunos perros abandonados en el campo, la mayoría galgos, cuando ya no "sirven" los abandonan a su suerte y ésta no suele favorecerles. Unos mueren por inanición, otros atropellados, y los menos reciben atención sanitaria hasta que se recuperan y pueden enviarlos al extranjero, donde una buena familia los adopta.
Espero que dentro de no mucho, el hombre sea domesticado.
Datos del Cuento
  • Autor: ARCANGEL
  • Código: 13909
  • Fecha: 22-03-2005
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 6.03
  • Votos: 80
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1801
  • Valoración:
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