26/03/02
Anoche paso el universo ante mis ojos. Mi vida, mis miedos, y sobre todo, mi infancia. Quedo atras como la piel que deja la serpiente al mudar. El universo ha cambiado, mi alrededor no es el mismo, pero es que yo soy otra.
Gabriel y yo nos acostamos juntos.
Podria decir que no fue nada especial, que practicamente no senti nada, aunque tampoco llego a dolerme. Pero cuando la mente toma conciencia del acto, alerta el alma a sentir, a saber que la otra persona esta dentro de ti, aunque el cuerpo no sienta el placer, ya que este se oculta tras las tension , los nervios y el deseo de querer pensar en algo cuando solo hay que dejar volar los sentidos...no importa, lo verdaderamente concluyente es el saber que ya esta hecho, acabo de dejar entrar en mi vida una nueva perspectiva, un nuevo y amplio ventanal por donde poder ver ahora la vida,pero tambien acabo de cerrar para siempre el anterior, y eso es algo triste, pero precioso.
Puede que exteriormente no se perciba ningun cambio, ni yo misma lo percibo, pero interiormente la secuelas son imborrables, marcadas al fuego por dos cuerpos jovenes que se aman.
Esther,no se si realmente comprenderas lo que te escribo en esta carta, pero te lo cuento a ti porque eres la unica persona en estos momentos en quien podria confiar.
Espero que esto me haga crecer a los ojos de mi propia conciencia, a reflexionar y sentir mas profundo de la que ya intento.
Espero que te alegres por mi,
un beso de tu gran amiga,
Dulce.
Ya vienes con pergaminos de otros cuentos de muy alto nivel. Esta es una carta, y cuidado con no pulir. (Acentos). Salúlada,