:: | Sin Clasificar |
:: | Infantiles |
:: | Fábulas |
:: | Mitológicos |
:: | Terror |
:: | Tradicionales |
:: | Otros |
:: | Hechos Reales |
:: | Ciencia Ficción |
:: | Historias Pasadas |
:: | Patrióticos |
:: | Sueños |
:: | Policiacos |
:: | Románticos |
:: | Cómicos |
:: | Misterios |
:: | Estudiantes |
:: | Metáforas |
:: | Religiosos |
:: | Aventuras |
:: | Bélicos |
:: | Históricos |
:: | Urbanos |
:: | Educativos |
Aquella noche era lúgubre y cálida. El silencio era profundo, solemne. Nada se escuchaba en el viejo cementerio, salvo el cantar de los grillos. Hasta que el ruido de una losa descorriéndose rompió la quietud.
– Ayyyy, aaaaayyyyyyy… ¡Qué mal he dormido esta muerte! -se escuchó quejarse a una voz de ultratumba.
El zombie salió de la tumba. ¡Le dolía todo el cuerpo! Hizo estiramientos…
-Un, dos, un dos, un dos…
Se recolocó un poco las vértebras y estiró las piernas dando pequeños saltitos.
-Un, dos, tres, cuatro, un dos, tres, cuatro…
Entonces se sacó del bolsillo (claro!) un espejo de bolsillo y se miró
aprovechando el tenue resplandor de una farola.
-Uhhhhh… ¡Qué mala cara tengo! -se lamentó
El zombie Malacara se peinó un poco con los dedos los sucios mechones de pelo que todavía le
quedaban en la cabeza, se estiró ligeramente la piel y se pellizcó las mejillas para darles un poco de color.
–Hmmm… ¡Un poco mejor! -dijo, sonriendo satisfecho.
-Uy, por Dios, Qué mala cara tienes. Estás un poco… ¡pocho! -le dijo una fantasma muy pija que pasaba por allí.
-Parece que has pasado toda la muerte de fiesta -bromeó el viejo vampiro.
-¿Y qué quieres? ¡Lleva 50 años muerto! A estas alturas, lo raro es
que conserve la cara, por muy mala cara que tenga -respondió la fantasma, con voz muy, muy, pija.
Al zombie malacara se le habían quitado las ganas de pasear. Regresó a su tumba, se recostó en el ataúd y encendió la radio para escuchar un poco de música. En ese momento la programación se encontraba interrumpida por la pausa publicitaria y el zombie Malacara llegó a tiempo de escuchar un anuncio que podría interesarle.
¿El paso de los siglos se nota en tu piel?
¿Tienes ojeras, bolsas, auténticos sacos? ¿Estás pálido por mucho que te tumbes a tomar la luna? Si sientes que has perdido lustre, visita: Centro de belleza MORILOLI. Especialistas en estética zombie, vampírica, fantasmal y en peluquería licantrópica. Centro de belleza MORILOLI, el más chic del cementerio. Centro de belleza MORILOLI. La muerte te sienta de muerte.
El zombie Malacara apagó la radio y se fue con su mala cara a ver a
la esteticista. Un viejo portón chirrió con cansancio de sus goznes al abrirse. La esteticista saludó, emocionada.
–¡Pero qué tenemos aquí! Hmmmm… ¡Una cara realmente mala!
-Sí, me he levantado con unas pocas ojeras… -respondió el zombie Malacara con un poquito de vergüenza.
-¡No se preocupe, con Moriloli, la muerte sienta de muerte! -respondió la esteticista con tono cantarín y, acto seguido, le invitó a pasar
-Tome asiento. A ver, a veeer… Hmmmm… veamos por aquí… mal arreglo… gire usted la
cabeza…
El zombie Malacara obedeció de inmediato y giró la cabeza tan rápido que esta se le desprendió de las vértebras y salió disparada.
-¡No tanto! Espere, que yo se la recojo… -se ofreció amablemente Moriloli.
-¿Lo ves muy mal…? -preguntó el zombie conpreocupación.
-Pues… es que intento maquillar, pero es que la piel se va… -explicó la esteticista mientras se quedaba con un trozo de cara del zombie en la mano. -¿Ha visto? … ¡Mal asunto! Muy mal asunto…
El zombie Malacara guardó silencio. Se miró detenidamente en el espejo. Se
estiró un poco la piel… y se arrancó otro trozo.
-Ya… estoy muy pocho…
– ¡Efectivamente! Por suerte, tengo toda una gama de pieles postizas que
se puede usted probar. -respondió Moriloli, hurgando en un cajón. -¿Qué tal esta? Es de vampiro.
-Hmmmm, demasiado pálida -declinó el zombie Malacara.
-¿Y ésta de hombre lobo?
-Demasiado peluda.
-¿De Frankenstein?
-A veeeer… noto un tono de piel tirando a verde. ¡No me gusta!
-¿De muñeca diabólica? -siguió intentando Moriloli.
-No, esa es de chica. No me pega con la voz…
– ¿Y el look MOMIA? Le vendo a usted la cara, y…
-Claro, claro, pensaba pagarle. ¡No me la va usted a regalar! -interrumpió el zombie, muy apurado.
-Nooo, quiero decir que se la vendo de vendársela, no que se la
vendo de vendérsela -rió la esteticista.
-¡Ah! Vale. No sé… ¡Muy aparatoso para vestirme por las mañanas!
-¡Ya lo tengo! Esta. La máscara de hombre invisible -concluyó Moriloli con gran algarabía.
-El zombie Malacara dudó. Se puso la máscara de hombre invisible y se miró
en el espejo. No era mala idea: ¡si no podía conseguir una buena cara, lo mejor era no tener ninguna!
-¡Me gusta! Me la quedo.
-¡Fantástico! Y ahora… habrá que hacer algo con esos cuatro pelos que a
usted le quedan… ¿Le doy cita?
-¡Sí, por favor!
– ¿El martes a las 3 de la madrugada?
-Tengo dentista -se excusó el zombie Malacara.
-Veamos… ¿El jueves a medianoche?
-Preferiría no madrugar… -respondió el zombie, tímidamente.
-Pueeees… ¡El jueves a las 2! Así no tendrá que venir usted tan temprano -hizo su nueva oferta Moriloli, la mar de risueña.
-¡Perfecto!
Moriloli agarró el boli y anotó la cita en su agenda.
-Apuntado. Que pase usted buena noche -se despidió.
-Igualmente.
Y así, mucho más tranquilo y confiado gracias a la ayuda de Moriloli, el
zombie malacara se fue a dar su paseo por el cementerio para presumir de
cara nueva.
-¡Pero si no se le ve! -se quejó una niña que, atentamente, escuchaba esta historia.
-Shhhh… – la chistó el narrador, con ternura- Eso da igual. Lo importante es que el zombie Malacara se sienta guapo.
» | Total Cuentos: | 21.638 |
» | Autores Activos: | 155 |
» | Total Comentarios: | 11.741 |
» | Total Votos: | 908.509 |
» | Total Envios | 41.629 |
» | Total Lecturas | 55.582.033 |