Hola! soy una chica de 26 años, si llegas a verme aqui en ésta cárcel nunca imaginarias como era de joven: Esbelta, pelo negro casi llegando a mi cintura, que era bien pequeña recubero qu eno era una barbie precisamente, pero mis medidas eran 85 60-90, mis ojos han perdido vivacidad pero siguen teniendo su color violeta, en mi época de colegiala siempre fui la reina del baile, a la que los chicos se morían por invitar a salir y la que al terminar el cole todos quisieron firmar su anuario... Erase este chico precioso que conocí en la Universidad, me deslumbró con sus conocimientos de Biología, Física y Matemática, aunque habia conocido muchos galanes en mi vida este me pareció genial y no dudé en salir con el desde la primera vez que me invitó a una de las fiesta de sus amigos, me trató excelentemente y al ratito nos habiamos besado, me pidio que subieramos al cuarto, y yo no accedí, yo no era de esas... no te diré que era una virgen pero no hacía el amor con ningun hombre hasta llegar a conocerle un poquito mejor. El se disculpó y me explicó que no deseaba perderme etc... llegamos a ser una pareja de novios de esos que miras por la calle y crees que si golpeas a uno de ellos, los dos sentiran el mismo dolor al mismo tiempo, los que parece que vuelan y solo saben de la existencia el uno del otro, nos queríamos tanto que pasados unos años con mi novio ya trabajando y yo a punto de egresarme como abogada, decidimos casarnos...
La ceremonia fue preciosa, en la catedral de mi país, la fiesta en un "country club" con mariachis, orquesta y discomovil. Para la luna de miel habiamos alquilado una pequeña cabaña cerca de un lago durante una semana, en la noche partimos directamente hacia alla, yo sentía ser la mujer mas dichosa del mundo y no niego que temblaba como si fuera la primera vez que iba a tener sexo con alguien. Al llegar mi marido abrió la puerta y entramos, la chimenea estaba encendida, no estaba muy caliente apenas esa sensación que te invita a quitarte la ropa y a pasar horas abrazados,hablando y besandose frente al fuego, cual sería mi sorpresa cuando mi marido me tumbo sobre el piso y de un tiron me arrancó el vestido de novia que mi mama me habia heredado, "Ahora si vas a sentir verga hijueputa" me dijo, yo me sobresalté demasiado cuando lo vi que se sacaba su faja y la doblaba en 2, acercandose a mi como un padre que su hijo hubiera cometido la peor travesura del mundo, me golpeó en mis piernas dejandolas con una raya roja y un ardor fuerte, "que te pasa?" grite, "Callate o te mato perra" fue su respuesta, no se de donde saco unas esposas y me las puso en mis muñecas, luego me amarro los pies cada uno a un diferente sillon de la sala, y me violo repetidamente, por delante, por detras, yo no podia abrir los ojos, no podia ver al hombre que habia amado tanto de esa forma abusando de mi, le grite que me dejara y me cubrió la boca con una de sus sucias medias usadas solo atine a tragarme mi vomito cuando el olor llegaba hacia mi nariz, no podia gritar ya tampoco al terminar de denigrarme, me dio vuelta y metio uno de mis tacones en mi ano hasta hacerme llorar, no os he comentado que a pesar de no ser virgen nunca habia prestado mi ano a ningún hombre, imaginareis que llore amargamente, sin embargo no pude terminar de llorar ni de sentir el dolor, por que algo caliente llego a mi espalda, era una brasa de la chimenea que mi marido habia tirado sobre mi. Así fue toda mi luna de miel, salvo los 2 ultimos días, que no me hizo nada para que yo regresara curada a mi casa, al regresar tuve que dejar la universidad y pasaba recluida en mi casa, cada noche al aproximarse las seis lloraba por que sabia que mi marido iba a llegar a golpearme y violarme de la manera mas inmunda, nadie me creyó nunca, nadie confió en mi, lo masque hizo una amiga fue invitarme a cenar con mi marido a su casa, esa fue mi oportunidad, y lo que hice fue robarme las pastillas que guardaba mi amiga en su baño, y llevarmelas a mi casa, al llegar mi marido me exigió que le sirviera un café, y esa fue la mejor orden que me habia dado en todo mi tiempo de casados, gustosamente le prepare el cafe con 6 comprimidos para dormir de los que tenia mi amiga, al instante cayo dormido (creo yo) y aproveche para quitarle las llaves de mi carcel, tenia lista la ropa para salir pero no pude escapar sin por lo menos patearle su maldita cara que ahora me parecia de un engedro diabolico, pero la furi ame cegó lo patee, lo golpeé, escupí encima de el, y por ultimo tome un adorno de la mesita del televisor y se lo deje ir en la cabeza, produciendo un sonido como el que produce una cáscara de huevo cuando este cae, sali y me fui huyendo, no sabia que el tipo estaba muerto de hecho ni siquiera recordaba lo que yo habia hecho, llegue a casa de mi tía en la provincia pero no le explique nada, me quedaría ahi hasta la mañana siguiente diciendole que iba de paso. Mi tía me acogió cariñosamente como siempre y me ofreció su mejor cama, no pude conciliar el sueño, y cuando casi lograba hacerlo me sobresaltó el oír varios hombres que hablaban en la sala con mi tía. Yo sólo escuchaba a mi tía decir que era imposible que eso no había ocurrido, asustada baje las gradas para saber que había pasado, me recibieron unas esposas como las que habia utilizado mi marido en nuestra luna de miel, pero esta vez, la frase que oí fue "María Perez, queda arrestada por el asesinato de su esposo", desde ese día hasta hoy nadie me creyó ni aun enseñando las marcas de mi espalda... aún conservo la imagen de los ojos de aquella bestia con su faja en la mano, golpeando mis piernas y ya proxima a terminar mi condena no me compadezco, muy dentro mi corazon me dice que tenía que vengarme