“ Jamas me volví a enamorar después de que conocí a Santiago, quien me enseño que el valor de la vida es demasiado alto y que no todos tenemos lo necesario para pagarlo.
A Santiago lo conocí en la Universidad, en el primer semestre, llego un día y se sentó a mi lado y empezó a conversar conmigo, nos hicimos muy buenos amigos y salíamos a muchas partes juntos. Al acabarse el primer semestre Santiago y yo éramos ya novios, Solo había una cosa que yo no sabia, Santiago consumía drogas, me enteré casi un año después, él jamas me lo había demostrado siempre se había comportado tan lindo conmigo y yo lo quería tanto que casi no lo podía creer. El día que fui a su casa y lo encontré drogándose, me puse super intransigente y no lo quise escuchar, llamó ese día varias veces a mi casa e inclusive fue, pero yo no lo quería ver y no era por el hecho de que consumiera, si no el que no me hubiera dicho nada en casi año y medio de relación.
Santiago se puso muy mal con mi comportamiento pero actuó de una forma muy madura y reconoció que sólo cuando solucionara su problema podríamos estar juntos de nuevo y empezó su tratamiento de rehabilitación, un mes después ya un poco recuperado,
en la cafetería de la Universidad se me sentó al frente y no me dejo ir hasta que lo hubiera escuchado, escuche su explicación y las mil disculpas que me ofreció y prometió no volver a caer solo por mi, acepté y no lo deje solo, todo iba bien, pero a una semana de terminar quinto semestre y a punto de comprometernos paso lo que jamas pense que pasaría, Santiago murió por culpa de las drogas... y no porque hubiera vuelto a consumir sino por un estúpido accidente.
Un día en una discoteca un muchacho le inyectó accidentalmente una dosis de no se que porquería, en el hospital dijeron que por su anterior adicción el organismo de Santiago no pudo aguantar la droga.

Algo irónico ¿no?, que después de que Santiago hubiera dejado la Droga, ésta haya sido la causa de su muerte.”