La noche, instancia cautivante, es mi mejor momento, mi corazón esta agitado, nerviosa paso mis manos sobre mi cabello suelto, toco mi rostro tratando de borrar cualquier imperfección, muevo la cabeza, no quiero que se pierda la larga distancia entre mi cuello y mi rostro, que tanto te gusta.
Parece que no toco el piso, vestida de tul blanco me acerco sigilosa al lugar de nuestra morada.
Nada ha cambiado todo esta en su lugar, las paredes tapizadas con aquel color rosa que me costo una discusión contigo. Me acerco a tu sillón favorito, parece como si tu aroma estuviera impregnado en él, cuantas veces sentada sobre tus rodillas me sentí amada. Recuerdo que cada día era un inventar la mejor manera de amar. No fué siempre así, como quien arranca de un jardín, una rosa en botón, así fuí yo para tí, exhalando mis mas puros y caros aromas, hasta nublar tu razón, me enseñaste esos menesteres, buen maestro, mi amor, pues la alumna te superó, solo tu y yo y tu sillón somos testigos de lo que se vivió.
Ahora estoy acercándome a tí, crúzo el corredor, alli permanecen las fotos de nuestros mas bellos recuerdos. Diviso la cocina, siento tu sonrisa conquistadora, me has encontrado, te ubicas detrás de mí, siento tu respiración, tus labios tocando y susurrándome al oído, me conduces suavemente a nuestro espacio favorito, observo la luz de la luna sobre nuestro lecho, nada ha cambiado todo esta igual, no me resisto y me recuesto junto a tí, intento tocar tu rostro, con mi manos, con mi aliento, te beso una y otra vez, no hay rostro mas amado que el tuyo, acaricio tus orejas con los labios entre abiertos y los tuyos esbosan una sonrisa, pero no te mueves, como si disfrutaras de ellas. No hay mas expresion en tu rostro, me pregunto porque pareces inmutable a caso no me sientes? ¡¡¡Estoy aquí!!! Un grito en silencio desgarra mi alma, mientras observo una lagrima correr por tus mejillas, tus ojos permanecen cerrados, acaso un día no soñaras mas conmigo?. Ah, pobre de mi, entonces mis gritos serán aullidos de dolor, y no regresare más a nuestro lugar. Pero he de desechar perversos pensamientos, no desperdiciaré esta noche así, y si un dia sucede, lo sabre, pero mientras no ocurra aquí estare, a tu lado.
Cuanto tiempo pasé acariciando tus sueños no lo sé.
Me sorprende la suave luz matutina, que se filtra entre las montañas, cruel enemigo que me aparta de ti, es acaso este amor que ha trascendido los portales de un estado diferente, el que me hace volver cada noche?. La luz me arrastra hacia ella. Vuelvo sobre mis pasos y veo el hogar mas lejos de mí, mientras una sonrisa de ternura se dibuja en mis labios “hasta más tarde mi amor”.