Mario y su Ego



Mario era un niño de familia adinerada, donde todo lo que giraba a su alrededor eran comodidades y dinero. El sólo se hacia acompañar de sus empleados, ya que sus padres estaban siempre de viaje. Mario creía que con todas las cosas materiales que tenía podría obtener la plena felicidad.
Al llegar un día al colegio se da cuenta que tiene un nuevo compañero de una situación económica inferior a la de él y le pregunta a su amigo Juan :
- ¿Quién es ese chiquillo?
- Es un pobre muerto de hambre, que desde hoy es nuestro compañero
- Entonces debemos ignorarlo, dijeron.

A la hora del recreo Mario y Juan salieron a jugar al patio con sus carísimos
Juguetes. Mientras ellos jugaban se les acercó Luis, el nuevo compañero .
-Mario,¿puedes prestarme un autito para jugar un rato?
-¿Qué te hace pensar que yo compartiría mis juguetes con alguien que no tiene nada y no puede darme nada a cambio? ¡lárgate de aquí!

Luis se aleja, muy desilusionado de sus compañeros.
Así pasaron y pasaron los días. La mamá de Luis, venía a buscarlo todos los días al colegio y también asistía a las reuniones de apoderados.
En cambio Mario tenía que esperar a su chofer para que lo llevase a casa y al llegar a ella solo encontraba a sus empleados y a nadie más.
A pesar de que Mario era un chico muy rudo, con el paso del tiempo se empezó a sentir muy sólo, porque jamás recibía ninguna muestra de cariño de ninguna persona y también se dio cuenta que Luis a pesar de ser una persona pobre nunca estaba triste y vivía feliz junto a su familia .
Un día se acercó a Luis y le dijo:
-Luis¿ nunca te han dado ganas de tener todas las comodidades que tengo yo?
-No, porque a pesar de todos tus juguetes, dinero, comodidades me he dado cuenta que no eres feliz, ¿ sabes por que es eso?
-¿por qué? Explícamelo.
-Porque tu no tienes una familia que te entregue cariño y se preocupe por ti .









Despues de pensar un momento, Mario dice :
-Sí, tienes toda la razón, estoy sólo en este mundo.
-No, no estás sólo, tienes que darte cuenta que hay personas que quieren entregarte cariño y tu lo rechazas.
-Sí, es verdad, ahora me he dado cuenta que el dinero no hace la felicidad.

Así Mario aprendió a ser un niño solidario y comprensivo con los demás, para poder ocupar ese lugar vacío que había en su corazón, al cual le faltaba amor.


Paula Soto Campos
paucamsot@hotmail.com
Liceo Arturo Alessandri Palma,
Romeral, Séptima Región del
Maule, Curicó, Chile.
Proyecto de Nivelación

restitutiva
Nivel 3: “Los Cuentacuentos”