Sé que me van a decir mañana que te olvide, que quien no entrega su corazón conmovido por una realidad no debe formar parte de mi vida ni de mis recuerdos. Me van a decir que todo ha sido una fantasía, que nada fue verdad, que imaginé un derroche de sentimientos donde solo había la idea de escapar, de huir de mi, de dejarme sola después de satisfecho un deseo.

Me van a decir cosas tan duras. Me animarán a que abandone mis sueños, a que te abandone en ellos, perdido entre las mentiras, me alentarán a que busque algo auténtico en mi vida lejos de ti y del daño que me produce comprender que le pedí comprensión a una piedra y el eco de la soledad me respondió. Voy a sentir verguenza cuando me pregunten ¿qué te contestó? y mirando sus caras de lástima tan solo tenga para decir entre frases entrecortadas, a lo mejor no lo ha leido todavía, sabiendo que mi verdad va por dentro.

Será duro y debo afrontarlo. De nadie tendré palabras compasivas y las que me den no serán las mismas que yo me doy. Me obligarán a pasar la página de un libro, de una nube de historias que dirán que fue mentira, que adapté a mis deseos, que nada fue real. Sé que eso van a decirme, sé que eso tratarán de imponerle a mi mente y lo que es peor, a mi corazón.

Me costó un mundo expresarme, me costó un mundo ponerme frente a una hoja en blanco y rellenarla, con miedo en mis palabras, vencida en todas las letras que puse, tratando de que comprendieras y mañana me dirán que todo estaba en mi cabeza, que nada es como yo lo vi, que no recibir ni un aliento ni un atisbo de compresión humana debe ser mi firmeza para comprender que me equivoqué, que creí en ti cuando tú no creías en mi.

Tantas cosas me van a decir... yo solo podré callar porque nada tendré para decirles, porque la cruda realidad se impone y donde quise encontrar un amigo que desde la distancia comprendiera, encontré el doloroso vacío de un rechazo que mi corazón recoge entre incomprensión y daño y no sabe qué hacer con él.

Me dirán que no mereces la pena... y yo no tendré ya ningún argumento, ninguna fuerza ni creencia en la que luchar, nada para decirles porque la soledad y el rechazo hacen tanta mella en mi que me verán hundida. Me dirán tanto y tanto me dolerá por dentro. Pero nada puedo hacer más que entender que no llegué al corazón, que mi historia no fue digna de ser comprendida, ni tan siquiera surgió una pequeña sonrisa de calor que me ayudara en días fríos a seguir adelante.

Y entonces con más vergüenza aún les explicaré que también le escribí a ella, a quien más me costaba escribir y que tampoco hubo respuesta. Me mirarán con incredulidad, ¿ninguna respuesta?, ¿nada?, entonces me mirarán a los ojos y con la firmeza de quien no tiene mis sentimientos ni mi forma de entender, me dirán con una incisiva lógica: olvida los sueños imposibles, solo son posibles en tu mundo y ellos ¿es que aún no lo comprendes? nunca estuvieron en él.

Van a decirme tantas cosas y lo que más va a dolerme... será mi silencio.