En una noche, cuando a una niña de 4 años la iban a operar de un cáncer en su ojo izquierdo, ella tuvo un grandioso sueño( o habrá sido real?) el cual al otro día llegó y le contó a su mamita lo siguiente:
Mamita, ayer tuve un sueño muy lindo, soñé que aquí a la cuna del hospital llego un caballo con alas, era blanco blanco como las nubes que rodean el cielo cuando hay sol, y este caballito me pidió que me subiera en él y me llevó arriba arriba más arriba del cielo.
Cuando llegamos allá, había una enorme montaña y se encontraba una bella cabaña en el cual habían cientos de niños con muchos juguetes, era una cabaña con un enorme salón que no tenía fin,ahí pase mucho rato, cuando llego un señor mayor (igualito a las de la historia de navidad) de barba blanca y larga,con una camisa de cuadros roja,se me acerco y me pregunto el nombre y donde vivía muy amablemente de igual manera le respondí, al rato de seguir jugando con los otros niños, llegó una abuelita muy hermosa que me trajo una taza de chocolate caliente y unas galletas deliciosas;seguí jugando no se por cuanto tiempo hasta que de vuelta llegó nuevamente el pegazo y me dijo que no podía quedarme ahí, que debíamos regresar, entonces muy contenta me subí en su lomo y volamos de vuelta hacía el hospital, de regreso pude observar las luces de la ciudad y como poco a poco nos acercabamos a las vidrieras del hospital; cuando llegue al frente de ellas, empece a transpasarlas rápidamente, hasta que me detuve al frente de una puerta que tenía un vidrio pequeño arriba y me asome y observe como ahi adentro me encontraba yo con la cabeza abierta y en mi cabecera se encontraba mi Señor Jesucristo, a su alrededor habian tres personas una mujer y dos hombres entrados en años y dos seres más los cuales le dije a mamí que no les vi el rostro pero estaban vestidos con ropas muy blancas.
Ahi mamita me desperté.
Paso el tiempo de la recuperación de la niña y entre esos días ella estaba muy milagrosamente jugando como si nada le hubiesen hecho, siendo una operación muy delicada;luego un día lelgo sui madre y le presentó a la niña a los doctores que la habían operado, asombrosa la niña le respondió:
mami ellos son los señores de mi sueño; pero mami, ¿dónde están los otros dos que no los veo?
la madre le respondío muy dulcemente que esos hombres vestidos de blanco incomparables no fueron otros que ángeles que la acompañaron en ese momento tan delicado.
Desde ahi la niña siguió una vida normal, creyendo firmemente que existe un cielo, los ángeles y que si algún día tiene el privilegio de ir al cielo luego de vivir en este mundo, tendrá el honor de volver a ver a ese caballito con alas al cual ella amo tanto y dice ser su amiga y que el estará esperandola allá en el cielo para volver a montarlo y andar por todos esos mares y ríos de oro puro que la biblia comenta que hay allá arriba.