Claridad, el entorno junto a mi, anhelo, concordia, equivocacion. el chuvasco que trae nuevamente a la pradera de mis amaneceres, como un vortice que mima mis incertidumbres de impaciencia y arroja asi mismo la naturalidad de tu celeste eco, mensajero para abandonar en el pasado las jornadas aisladas, porque en solitario no hayo mas tiempo que el de hablar gravemente y unico.
la contestacion a mis extensas plegarias no enunciadas pero si ambicionadas, un as en el orizonte, parida exclusivamente para mi, ¿quien como yo para percibir tu fulgor arrivando a mi presagio en descanso y lo has interrumpido.
la mayor elevacion, no lo mas balsamico, ni del matiz dorado que se adquiera en todas partes, sino lo absoluto, lo escencial.
como un indicador te percibes, la ocasion para no apresurarse, el tiempo de acometer o el instante en que la vida se refresca.
la caliza que las divinidades concurrieron para moldear lo grato, en tus entornos se haya el ideal instaurado unicamente para que pasara la vista sobre tus trazos y valorar tus simbolos y divergentes maneras de tus crines y en ti, predecir el dialecto escondido, traslucido y conocer que me quieres o tambien que no me adoras y disertarlo igualmente.
como algo raro y hermetico, arcano, la deidad material ausente de orgullo, la fragil vacilante, perenenmente exiliada de lo presuroso, a ti me encamino, solidamente, llanamente, todo lo contienes.
el pielago cavernoso, sublime, arriesgado, volatil con un gran resplandor que como un torrente luminoso aclaras el desaliento del siniestro.
exploras como la mayor metropoli sumergida en las aguas de la noche, que espera con demasiados hayasgos al que descubra el hechizo de sus inmensidades, demasiadas intrincadas formas que se convierten seductoramente en devocion y acceder a ti y pronunciar que unicamente insondable espesor frondoso, que a mis dias en ti exploras, clamar a ti, profusamente, es explorar el cielo repleto de secretos.