En lo alto de una montaña había un pueblo pequeñito al que nunca había subido nadie porque no había caminos para coches, ni siquiera un estrecho sendero por el que pudiera subir un caballo.

Los habitantes de aquel pueblo vivían muy felices y tranquilos porque todo lo que necesitaban se lo proporcionaba la NATURALEZA.

Cuando querian ducharse ataban una cuerda a la punta de una nube tiraban y ésta dejaba caer el agua que tenía en su barriguita de algodón. Se secaban con los rayos del sol que ellos mismos encedían al levantarse y apagaban por la noche cuando se iban a dormir al tiempo que encendían la luna y las estrellas.


Se alimentaban de las frutas del bosque y bebían del agua de un arroyo que nacía en el mismo pico de la montaña.

También tomaban miel ya que había muchas colmenas
y era el alimento que más les gustaba, las abejas
también les daban cera y con ella se alumbraban dentro de sus casitas.

Una tarde que estaban todos reunidos en la plaza del pueblo preparando la fiesta de la primavera oyeron unos golpes que hacían temblar el suelo, se asomaron a la ladera de la montaña y vieron a unos hombres que atados con cuerdas y clavando en la roca una especie de martillos puntiagudos iban subiendo hacía la cima, hacía su pueblo.

-¿Qué vamos a hacer?- dijo uno de los ancianos- Si vienen aquí perderemos nuestroa tranquilidad-.

-No os preocupeis- dijo el maestro- ,las abejas nos ayudarán.

El maestro abrió una de las colmenas y habló con la abeja reina contándole lo que pasaba. Al momento la abeja reina llamó a todos sus subditos y como un ejército en formación siguiendo a su reina las abejas empezaron a zumbar y a revolotear alrededor de los escaladores, estos asustados y temiendo ser picados por las abejas bajaron rapidamente de la montaña. Nunca más ha subido nadie a aquella montaña ylos habitantes del pueblo de arriba siguen felices y tranquilos viviendo sin que nadie les moleste y ... COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.