Cuentan que en un lugar de la tierra, se reunían cada año todos los sentimientos. Era el único momento en el que se juntaban como uno sólo para ahogar penas, pues ya eran viejos. Sus hijos fuertes como un día fueron sus padres, continuaban por el arduo camino de la vida, con la experiencia adelante. El olvido, había olvidado a que hora debían reunirse, por lo que llegó tarde. La ignorancia, no sabía por qué estaban allí. El miedo estaba tembloroso ante lo que pudiera pasar, a pesar de los años ninguno era capaz de cambiar. La intriga, detrás de todos, levantaba calumnias de sus compañeros, pero nuevamente faltaba la risa contagiante de amor, pero sin embargo allí estaban la locura y el interes. Se volvieron a preguntar por el amor, nadie fue capaz de explicar que había sucedido esta vez. De entre todos alguien dijo, yo soy la amistad. Conocí al amor, desde que comenzó a dar sus primeros pasos. Era inexperto y tropezaba con todo, lloraba como un tonto, cada vez que caía y venía a mis brazos y yo le daba aliento, y podía entonces comenzar de nuevo. Sucedió que amor, después del accidente, prefirió ir de la mano de la locura, pues yo no estaba ahí para secar sus lágrimas. No tengo que contarles, que sucedió con la locura, pero si tengo que decirles que el amor también fue culpable de que la locura fuera tras otros sentimientos. Amor pensó que era el dueño de la locura, y la intriga hizo que amor conociera la desconfianza y a los celos, entonces amor dañó a la locura y esta no conociendo nunca a valor no fue capaz de alejar los malos sentimientos del amor. Y entonces quien más sufrió fue el amor, que quedó sólo y desamparado. Entonces sabiando que me necesitaba, acudí a él. Le devolví el brillo a sus ojos ciegos, le hice vibrar y volverse de un color especial. Pero yo no podía cubrir las expectativas de amor, lo quería demasiado podra ir toda la vida de su mano, intentando que no cayera, pero no podía convivir con el odio y el rencor que quedó. Yo era amigo de la libertad, la sinceridad y la fidelidad. Amor parecía querer conocer otros sentimientos que sólo le harían daño, amor no me hizo caso y yo decidí que ya no podía ver a través de mis ojos, amor necesitaba algo más. Y es cierto que conoció a interés. Supe que de ese amor nació otro sentimiento, con características muy parecidas al amor, pero no era ciego. El amor no podía vivir con el daño que me había hecho, tampoco podía vivir al lado de interés, el le daba todo pero no era feliz. Entonces el amor murió. Yo estoy aquí ante ustedes, no para que me juzguen, no para juzgarlos a todos, pues todos le hicimos daño al amor. El amor sólo necesitaba que la mentira se volviera verdad, que la infidelidad fuera fidelidad, que la intriga fuera constructiva, que la locura le diera comprensión y que yo estuviera ahí. Entonces hubiera vivido por siempre. Creo que todos le debemos disculpas al amor.