El ADN, el libro de la vida.

(Evolución o Creación. 27).

En el año 1953, dos biólogos moleculares, James Watson y Francis Crick, publicaron un histórico descubrimiento que cambió la comprensión científica de la vida e inició una nueva etapa en el campo de la biología. Descubrieron que el ADN tiene forma de doble hélice en espiral. [el ADN son las siglas para ácido desoxirribonucleico]. En la mayoría de las células, el ADN se encuentra en el núcleo. Contiene información codificada, como si fuera un libro, por lo que se puede decir que las células son una enorme biblioteca. ¿Para qué usan las células esa información?. Y más importante aún, ¿de dónde salió ese código?.

Muchos nos hemos preguntado alguna vez en cómo se convierte una semilla en un árbol, o como de un óvulo fecundado se desarrolla un bebé. También nos preguntamos porque nos parecemos a nuestros padres. La respuesta a estas preguntas está muy relacionadas con la información que contiene al ADN.

Casi todas las células tienen ADN, moléculas muy complejas que se asemejan a una estensa escalera de caracol. En el caso de genoma humano, es decir, la totalidad de nuestro ADN, esta “escalera” tiene unos tres mil millones de “peldaños” químicos. Los científicos llaman pares de bases a estos “peldaños” porque cada uno esta compuesto por dos aminoácido. En total, el ADN usa cuatro aminoácidos, que se identifican con la primera letra de su nombre: A, C, G y T. [estos son: adenina, citosina, guanina y timina]. Es como si el ADN utilizara un idioma que tiene un alfabeto de solo 4 letras. En el 1957, el Dr. Crict propuso la teoría de que la secuencia, o el orden, de estos “peldaños” químicos es lo que determina las instrucciones del código. En la década de 1960 se empezó a descifrar este código.

Hay muchas maneras de almacenar y procesar información, ya sean imágenes, sonidos o palabras. Por ejemplo, las computadoras almacenan información digitalmente. En el caso de las células, lo hacen químicamente. En este proceso, el ADN es fundamental. Transmite esa información cuando las células se dividen y cuando se reproduce un organísmo. Esto es lo que permite que la vida continue.

¿Cómo usan las células esa información?. Siguen las instrucciones del ADN, como si se tratara de un libro de recetas que detallan el proceso cuidadosamente y paso a paso. Pero en vez de que el resultado sea un pastel o una galleta, es una planta o un animal. Además, las células realizan este proceso de forma totalmente automática, a lo que hace aún más complejo y sorprendente.

La información genética permanence almacenada hasta que se necesita. Tal vez se utilice para sustituir células muertas o enfemas por otras sanas, o para transmitir características de padres a hijos. ¿Cuánta información contiene el ADN?. Tomemos como ejemplo a uno de los organísmos más diminutos: la bacteria. El científico alemán Bernd-Olaf Küppers declaró: “Para describir la formación de la célula de una bacteria en término humano, diría que el texto molecular llenaría un libro de mil páginas”. Con razón el químico David Teames escribió: “Uno se queda maravillado al ver que hasta la forma más simple de vida son muy complejas”. ¿Qué hay del ADN humano?. “Podría llenar una biblioteca con miles y miles de libros” dice Küpper.

Según éste científico alemán, el código de ADN “usa un lenguaje genético molecular” que, como todo idioma, “tiene su propia sintaxis”. Es decir, el ADN sigue sus propias “reglas gramaticales”. Estas reglas controlan extrictamente como se redactan y ejecutan las instruciones del ADN.

Las instrucciones del ADN dirigen la producción de proteínas y otras sustancias que forman las células de las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, pueden ser “las recetas” para producir la célula de los huesos, los músculos, los nervios o la piel. El biólogo evolucionista Richard Dawkins escribió: “Cada filamento del ADN es información escrita en un código de sustancias químicas, una sustancia por letras. Y aunque parezca increíble, el código está escrito en un lenguaje que podemos entender”.

El escritor bíblico David le dijo a Dios: “Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas”. [Salmo 139:16]. Claro, David usó un lenguaje poético. Pero lo que dijo era correcto, como sucede con los demás escritores de la Biblia. Y es que ninguno de ellos se dejó influenciar, ni siquiera un poco, por las creencias mitológicas de gente de su época. [2 Samuel 23:1, 2. 2 Timoteo 3:16].

Como muchas veces pasa, cuando los científicos logran aclarar un misterio aparece otro. Esto es lo que pasó con el ADN. Cuando se entendió que contenía información codificada, se hizo la pregunta: ¿De dónde salió ese código?. Aunque ningún humano vió como se formó la primera molécula de ADN, podemos sacar nuestras propias conclusiones sin que sean especulaciones. Pensemos en el siguiente ejemplo.

En el año 1999, unos arqueólogos descubrieron en Pakistán fragmento de vasijas muy antiguas con símbolos muy extraños. Hasta el día de hoy no se ha podido descifrar qué significan. Lo que nadie duda es que fueron hechos por un ser humano. ¿A dónde queremos llegar con este ejemplo?. La gente entiende que donde hay información, como en el caso de los símbolos en aquellos fragmentos de barro, hay inteligencia. Para llegar a esta conclusión no hay que estar presente cuando se crea la información. Sin embargo, cuando se descubrió el código más complejo, muchas personas dejaron a un lado la lógica y concluyeron que el ADN surgió al azar. ¿Le parece una conclusion científica y razonable?. Hay científicos muy respetados que responden que no. Entre ellos están los doctores Gene Hwang y Yan-Der Hsuuw. Leamos sus comentarios:

El Dr. Gene Hwang se dedica a estudiar la base matemática de la genética. En el pasado creía en la evolución, pero sus investigaciones lo llevaron a cambiar de parecer. “Estudiar la genética [comentó a la revista !Despertad!, editada por los Testigos de Jehova] me ayuda conocer los mecanismos de la vida, y esto me llena de admiración por la sabiduría del Creador”. El Dr. Yan-Der Hsuuw es el director de investigación embrionaria de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología en Ping-tung, en Taiwán. También creía en la evolución, hasta que su investigación lo llevó a otra conclusion. Hablando de la división y la diferenciación de las células, comentó: “La célula que se forma debe ser la que se necesita y debe reproducirse en orden específico y en el lugar indicado. Primero se agrupa para formar tejido, que luego formarán órganos y extremidades. Ningún ingeniero sería capaz de escribir las instrucciones de un proceso tan complejo. Pero el desarrollo de un embrión está prefectamente detallado en el ADN. Cuando pienso en lo maravilloso que es este proceso, estoy seguro que Dios diseño y creó la vida”.

¿Acaso Importa saber esto?. !Por supuesto que sí!. Si Dios es el Creador de la vida, entonces merece el reconocimiento: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y  la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”. [Revelación o Apocalipsis 4:11]. Además, nos habrá creado con algún propósito especial. !No podría decirse eso si furamos producto de la casualidad!.

Entonces piense usted amigo lector por un instante: ¿Es el ADN producto de la evolución o de la creación?, ¿Qué usted cree, casualidad o diseño?

A muchos nos interesa saber la verdad. Es como escribió el profesor de neurología y psiquiatría Viktor Frankl: “La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye la fuerza primaria”. Y en otras palabras, tenemos una curiosidad espiritual que necesitamos satisfacer. Esta necesidad solo se explica si hemos sido creados por Dios. Entonces, si somos la obra de un Creador, ¿a hecho El algo para que podamos satisfacer esa necesidad espiritual?.

La respuesta la dio Jesucristo: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová [Dios]”. [Mateo 4:4]. La Palabra de Dios, la Biblia, ha alimentado espiritualmente a millones de personas, les ha ayudado a descubrir el propósito de la vida y les ha dado una esperanza para el futuro. [1 Tesalonisenses 2:3]. La Biblia puede hacer lo mismo por usted. Este es un libro único. ¿Por qué no le da una oportunidad?. Puede conversar con los Testigos de Jehová del lugar donde usted vive y ellos de una forma completamente gratuita y en el lugar y horario que usted escoja, le ayudarán a obtener ese conocimiento de Dios y llegará a conocer la verdad que lo libertará de falsos conceptos e ideas inapropiadas en medio de este mundo tan turbulento en el cual vivimos. “Conocerán la verdad y la verdad los libertará”. Juan 8:32.