Cuentan de un alpinista que quiso escalar la cima del Aconcagua.Su afán de brillar lo llevó a realizar esa proesa sólo.
Empezó el ascenso y después de varias horas de intenso esfuerzo y estar cerca de la cima,sintió que le faltaron fuerzas y se desplomó cayendo al vacío durante unos minutos que parecieron eternos.Era de noche y la oscuridad no permitía ver absolútamente nada.
Por suerte,como todo alpinista experimentado,había clavado varias estacas de seguridad a una larguísima soga que le permitía quedar colgado.
En ese momento lanzó un grito pidiendo ayuda a Dios.
Desde lo negro de la noche una voz le respondió:"sólo tienes que cortar la soga que te mantiene colgado".
Pero el alpinista,incrédulo,se aferró más a la soga y se negó a cortarla.
Cuentan que al otro día,un equipo de rescate encontró al valiente alpinista congelado y muerto,agarrado de una cuerda con todas sus fuerzas a tan sólo dos metros del suelo...