El amor de una madre
es incondicional
siempre está ahí
en respuesta a nuestro mal.
Nos alimenta, protege, es nuestra guía
en el camino a elegir
secando nuestras lágrimas
cuando nos hacen sufrir.
Se desangra, ante
el dolor de sus hijos
los conduce, los asea
les enseña a ser prolijos.
Es una leona al acecho
a sus hijos los ama, los defiende
ante cualquier malnacido
no la prueben, es un hecho.
No es importante la edad que tengan
siempre serán sus cachorros
y verán de su corazón
manar amor a chorros.
El amor de una madre
es una melodía, un soneto
que nos brinda alegría
y nos enseña a conducirnos con respeto.
Norbat