Erase una vez que en un pueblito cerca de la laguna vivía una niña que se llamaba Amanda. A Amanda le gustaba imitar a su mamá. Cuando su mamá lavaba los platos, Amanda se paraba al lado de ella y le preguntaba muchas cosas. Por ejemplo, porque el jabón hace espuma. Su mamá como toda buena mamá, trataba de contestarle a Amanda todas sus preguntas, aunque algunas le parecian muy raras. Como porqué la rana no tiene pelos? o porqué al cerdo le gusta bañarse en el lodo?

Un día la mamá de Amanda tuvo que salir y le dijo a Amanda que se portara muy bien y que tuviera mucho cuidado con lo que hacia. No vayas a abrir la puerta a gente extraña; le dijo su mamá y tampoco enciendas la estufa porque eso es peligroso. Muy bien mami, respondió Amanda, no haré nada de eso.

Pasaron varias horas y a Amanda le dió hambre, no sabia que podia comer y entre varias cosas que vió nada le provocaba. Ah, ya sé dijo Amanda. Voy a hacer arroz con dulce, que es mi postre favorito.

Buscó una olla y hecho un paquete de arroz y lo puso a cocinar y después le hecho un paquete de azúcar, un galón de leche, un paquete de canela, un pote de vainilla, una caja de pasas, y un paquete de azúcar morena para que quedara muy sabroso. Cuando todo comenzó a hervir, empezó a salirse de la olla y salió por toda la cocina, la sala, el porche y llegó hasta el patio. Amanda no sabia que hacer. Realmente tenia un río de arroz con dulce en la casa. Amanda después del susto se puso muy contenta, porque al fin y al cabo tenía arroz con dulce para todo el año. Y colorin colorado, este cuento se ha acabado.

Isabel Rincon