Un buen jueves por la mañana dos chavales hablaban de su vida mientras que los judíos seguían encerrados en las casetas de campaña, el mismo jueves seis judios fueron atrapados en un campo de minas y los dos jóvenes se les quedaron mirándoles cierto rato.
Acto seguido los dos soldados dejaron de apuntar y resultó, que en medio de ese campo se encontraban minas, los soldados bajaron el rifle y la cara de pena y los huesos de las costillas de los niños y la ropa destrozada con el símbolo de los judios.
En ese mismo instante, los jóvenes alemanes que tanto eran rebeldes asesinos,etc...
Cogieron sus rifles y los tiraron al suelo, luego, los dos soldados se metieron en el campo de minas y arriesgaron su vida por salvar la de ellos, aquel acto que nunca se había visto en el mundo, pero cuando los 3 hijos y el padre cruzaban la puerta la madre caía muerta por una mina, los hijos salieron, luego los dos soldados se quedaron dentro.
Que dios os bendiga-Dijo el padre arrodillandose ante aquellos soldados inocentes, luego se oyó un fuerte ruido de balas y los niños murieron, luego, el otro joven, cogió la Lugger y disparó en la cabeza a aquél hombre judío, luego se la guardó y acto seguido dijo
Lo siento-Dijo con cabeza agachada.
En aquél momento vieron al soldado que disparó y mirándolos fijamente, se volvió a meter en la torre, luego los dos soldados recordarían aquel día en el que descubrieron de que todas las personas somos iguales en este mundo.
Espero que tu cuento haya sucedido en verdad porque esos 2 soldados alfin se dieron cuneta de que todas las personas somomos iguales y no por ser judios son menos que nosotros