Hace mucho tiempo, en una locación mágica y remota, vivía una vez un hada,
que enamorada de la Luna estaba.
-Luna, ¡eres tan hermosa!- y la Luna sonrojada respondió. -Jamás vi belleza semejante a la
que tu corazón posee.-
-Como quisiera que pudieramos estar siempre juntos- dijo el hada y la Luna contestó
-¡Pero el tan solo intentar alcanzarme te mataría!; porfavor hada, no lo intentes-
y el hada así lo prometió.
El hada y la Luna platicaban todas las noches y de tantas cosas, que inclusive yo las desconozco.
Hasta que una noche, el hada no logró contenerlo mas y gritó: -¡¡¡Luna, ya no puedo
estar sin tí, tengo que llegar al regaso tuyo!!!-
y sin darle siquiera oportunidad de hablar a la Luna, el hada empezó a volar y volar en dirección
a su preciada Luna; por nueve días y ocho noches voló sin descanso alguno, sentía que no lo
lograría, y en su intento moriría, pero al voltear hacia su amada siguió volando sin
parpadear siquiera. Y por fin, la novena noche lo logro, ¡estaban juntos!
Sin embargo su cansanció de el se apoderó y durmió, por cuanto tiempo se desconoce.
Al despertar y verse en el regraso de su tan amada Luna, el hada y la Luna bailaron, se besaron
y hablaron de tantas cosas que para nosotros son ya desconocidas.
¿Qué fue de estos dos corazones una vez unidos? Nadie lo sabe; lo único que con certeza se dice,
es que cuando el amor es verdadero todo se puede, ya que no hay nada que sea
mas extasiante, nada mas intoxicante; ni siquiera algo que pueda
romper el lazo de dos corazones, unidos para siempre.
muy bonito tu cuento, me gusto mucho, y tienes razon si el amor es verdadero, todo lo puede, lo perdona , lo consigue y lo supera.