Segunda parte

Recordamos que Saskia, la joven de doce años, y sus compañeros, se lanzaron a una aventura para llegar al Monte del Dragón. Con Wally, el mapache en el hombro, y Pank, el gran águila dorada de tres metros, que volaba a cien metros del suelo y bajaba de vez en cuando. Saskia emprendió la aventura. En su mochila llevaba un mapa, una linterna, un saco de dormir, cinco bocadillos, una cantimplora, una soga de mithril muy resistente, su libro de los dragones, su arco y sus flechas. Alegre y saltarina, sacó el mapa y lo consultó. Primero tendría que pasar el bosque Escarlata, los Picos, el Turón, y por fin, después de haber pasado algunas colinas, llegarían a Dragonvally, donde se guardaban los tres minerales, y destruir a Astrus. Saskia emprendió muy contenta el viaje. Después de pasar todo el bosque, descansó un poco y leyó. Pank todavía volaba alto. Luego sacó el mapa, y pensó que tardarían un día en salir de los Picos, las montañas más peligrosas de Emurak.
Transcurridas unas 24 horas, Pank descendió para bajar a Saskia. Tenía que escalar, no podía volar, porque tendría que encontrar una cueva justo en medio de la montaña. Además estaba muy afilada y el pájaro no podría. Encontró la cueva y pasó. Tras pasar de esta cueva, le quedaba un precipicio en picado de 2967 m. Luego acarició a Wally, y dio un silbido. Luego gritó: “Ekayased Pank”. Después de esto, Saskia cerró los ojos, alargó los brazos, y sintió la brisa conforme iba metiéndose en el borde, hasta caer de cabeza. Rápidamente, cuando la joven había descendido unos 13 metros, Pank voló hacía ella y se la colocó en el lomo. Saskia abrazó a Pank y sujetándose bien, emprendió el vuelo saliendo de los Picos. Saskia dio un fuerte abrazó a Pank, y continuaron su camino. Saskia estaba contentísima y emocionada al ver que volaba a veinte metros del suelo con su águila. Próximo paso: el Turón.

“¡No os perdáis el Monte del Dragón 3, que tiene mucha acción!”.