La lluvia caia torrencialmente sobre los bosques del pantano. Los truenos sonaban con fuerza, y los relàmpagos iluminaban el camino de barro y agua. La chica corrìa a toda velocidad por entre la maleza, y a medida que avanzaba miraba hacia atras con miedo... Pero ¿de què?
Sentìa la respiraciòn de ese "algo" que se hacercaba; ella estaba agitada, y jadeaba. ¿Como llegò a estar donde estaba? ¿Como logrò entrar en esa situaciòn de Horror? ¿Acaso no recordaba nada? No, no lo recordaba. Sòlo el retrato de sus amigos y ella, el alcohol, la droga, y las risas. El poder de la ilusiòn, y las ganas de conocer la leyenda de la cosa del pantano. Pero... ¿Dònde estaban sus amigos ahora?
A toda marcha, y con los finos y frios dedos del miedo acariciandole la columna vertebral, comenzò a avanzar por un camino que la llevò directo a una vieja cabaña, despintada, y vacìa. Tenìa un pequeño porche, por el que ingresò. No mirò atràs. Sòlo abriò la puerta, entrò, la cerrò, y se acurrucò en un rincòn de la oscuridad.
¿Cuànto tiempo pasò? No supo. Sòlo escuchò el ruido de la lluvia caer sobre el viejo techo.
Pero, cuando empezaba a tranquilizarse, sintiò los pasos en el porche de alguien que venia...
En la ventana viò la sombra, la figura de un ser extraño que la observò a travez del cristal. Sus ojos brillaron, y ella sintiò el pànico.
Mientras subìa por las escaleras, huyendo, sintiò el golpe en la puerta de la casa, que se hacìa añicos en pequeñas tablas. Entrò en la primera puerta que encontrò, y viò una habitaciòn vacìa con un armario. No podia volver atras, asi que se metio en èl. Sintiò, desde el interior del mueble, los pasos en la escalera, mezclados con el sonido de la lluvia. Luego silencio.Buscò en la oscuridad, y encontrò una tabla... Era mejor que nada. Cuando su respiraciòn se normalizo, sintiò de nuevo el golpe estremecedor en la puerta de la habitaciòn donde se encontraba. Y sintiò la muerte en su cuerpo. Sintiò un escalofrìo que recorriò toda su espalda. Sintiò los pasos hacercarse al armario. SINTIÒ.... un profundo silencio.
Pensò en no tranquilizarse, ya que lo habìa hecho dos veces y no lo logrò. En cambio se mantuvo en guardia, porque esa bestia estaba allì afuera, lo sabìa.

¿Cuànto tiempo pasò? No lo supo. Quedò profundamente dormida, sin proponerselo. Al despertar estaba incòmoda en el reducido espacio del armario. Se levantò con dificultad y abriò la puerta: no habìa nada. ¿Serìa todo una ilusiòn? Ya habìa oido hablar de personas que se vuelven paranòicas por una historia, y tanto es asi que son capaces de ver lo que no existe con tanta locura, y se vuelve una ilusiòn que los contamina. Si, tal vez le paso eso a ella.
Descendiò por las escaleras, y caminò hacia un dia hermoso. El sol brillaba en los bosques alrededor del pantano. Las aves cantaban, y ella se aliviò por descubrir que todo era una pesadilla de su mente. ¡Que susto paso! Uf!
Se parò en el borde del porche y mirò el bosque. En ese momento las viò: huellas descalzas de un pie enorme que venian desde el pantano a la casa. Sintiò un ruido a su espalda. Se diò suavemete la vuelta con los ojos contorsionados del horror.
Y viò a la Cosa del Pantano.
Por un segundo.
Luego una filosa hacha cortò su cabeza, que rodò por el suelo, hasta hundirse en el espeso pantano maldito.