Erase una vez una mariposa cuyas alas se habían dormido y habían perdido toda su fuerza, no conseguía volar por más que lo intentase.Un día mientras intentaba alzar el vuelo se encontró con un águila, grande, fuerte, capaz de alzar el vuelo y emprender un largo viaje. Vió a la mariposa, menuda, triste y se acercó a ella.La animó para que volase con ella y emprendiesen ese vuelo hacia un lugar donde donde nada podría hacerla daño.La mariposa dudó, -mis alas parecen dormidas, he perdido toda ilusión, jamás podré volver a volar-
-Dejame ayudarte, confía en mi, quiero enseñarte a volar- respondio el águila.
La mariposa tenía miedo, se sentía frágil y pequeña al lado de ese águila, que parecía tan segura de todo, pero sin quererlo confió en ella e intentó volar.Casi sin percatarse recobró su fuerza y junto al águila consiguió alzar el vuelo, era feliz, creía que todo podía ser posible.Volaron juntos durante un tiempo, sin quererlo comenzaron a sentir algo, ese algo indefinible que les hacía soñar.
Pero un día de repente el águila desapareció, dejó de volar a su lado y la mariposa perdió sus alas.El águila , el que parecía fuerte, seguro de todo, ya no podía seguir volando con ella. La mariposa entendió que el tamañao de sus alas no tenía importancia, lo que de verdad importaba era el tamaño de su corazón, de tener claro que si quería volar, podría hacerlo pasase lo que pasase.El águila se marcho para siempre, decidió emprender ese viaje solo olvidándose de la esperanza que le dió a la mariposa de llevarla a un lugar mejor.La mariposa dejó de volar, el color de sus alas se difuminó y decidió que jamás volvería a volar.Pero que si algún día lo conseguía no sería por las promesas de unas alas más grandes que las suyas que la llevarían a un lugar mágico.El tiempo pasó y un día mientras la mariposa estaba recostada junto a un árbol vió pasar por el cielo al águila, majestuosa, hermosa y entendió que la magia del amor no era más ni menos que esa, dejar que su amado emprendiese el vuelo, que fuese libre, en ese instante la mariposa notó como sus alas parpadeaban, no supo como ni de que modo pero sin darse cuenta se encontraba suspendida en el aire, volando y se sintió bien. Sabía que jamás olvidaría a ese águila, pero sabía que ella había conseguido lo que creía olvidado, volver a volar.
Jamás volvió a ver al águila pero una paloma mensajera amiga suya le contó que un águila de un negro intenso mientras alzaba el vuelo tarareaba una canción:Vuela, vuela alto mariposa, lo conseguiras, algún día será diferente.La mariposa sonrió y contestó a la paloma: ¿Lo ves?nunca emprendes el vuelo con el ser indicado, el amado, pero jamás se olvida por muy corto que haya sido ese vuelo. Pese a que soy frágil y menuda he conseguido volver a volar, lo haré sola, pero volaré a un lugar mejor donde nada ni nadie puedan romper más mis alas.