Esta historia singular data del año 19, era una bella mañana de un 10 de Agosto y nos encontramos en un increíble y singular pueblo llamado Maytén, lleno de amor y fantasías; es en este sitio que se encuentran dos personas, Amelí y Luciano, que por aquellas cosas que la vida nos guarda y encierra dejaron para si y para todos nosotros esta bella historia de amor que comienza de esta manera.
- Amelí: Me encontré de golpe en una especie de simbiosis, aletargada y casi incomprensiblemente muda, sola y sólo observando a mi alrededor esa inconmensurable multitud de voces y murmullos, de rostros solo la faz que podemos ver, por que no podemos escudriñar el alma. Pero he aquí lo extraño, entre tanta multitud me sentía sola tan sola que ni siquiera respondía a quienes se arrimaban y me hablaban, que torpes he insistían con su locuaz parlanchinería buscando mi respuesta aquella que de mi ya no saldría. Y pensar que a él tantas veces le dije que estaba solo, se lo recriminaba, le gritaba y hasta lo insultaba diciéndole que no sabía vivir y terminaría solo; como sacar de mi mente su rostro que impávido me miraba y abstraído en sus pensamientos inescrutables soportaba mi blasfemia solo diciendo “Te amo, te tengo a ti y tengo todo'.
Pero él hoy no estaba y esa marea humana me sobrepasaba, me hartaba ya no quería escucharla, tan solo hubiese querido tomar su mano y sentir su cálido beso de hombre enamorado, y de golpe como si un Dios benévolo mis ruegos hubiese escuchado le vi a él parado, allí justo frente a mi, y yo que siempre me rodeé de gente para no estar sola ya no hizo falta, su sola presencia colmo mis espacios, los murmullos acabaron poco a poco, ese mundo innecesario se fue retirando, yéndose uno a uno aunque para mi con su llegada ya todos se habían ido, busque en mis entrañas todas aquellas palabras que quería decirle, explicarle que en mi había entendimiento y me daba cuenta que estar rodeado no significa estar acompañado; que caminar sólo no es ejercicio de la soledad, que la soledad sólo es una circunstancia transicional de otro momento, de ese momento en el cual de aquí nos alejamos, pero todas mis palabras se abarrotaron en mi garganta y no pude emitir sonido alguno. Él se dio cuenta y su amor eterno por mi persona puso en mis labios un beso y al recostarse a mi lado le escuche decir.
- Luciano: Hoy entraste en mi mundo de soledad, aquel por cual te enjugabas tú la boca haciendo alarde de quienes te rodeaban, sin embargo estas aquí con mi sola compañía, por ello te contaré mi secreto; por mi amor no correspondido yace un alma muerta dentro de este cuerpo, por ello no necesitaba compañía, tú presencia me bastaba para que fuese una fiesta y aquellos silencios que tú escuchabas eran mudas palabras de amor que no oirías; porque a mi me pasaba como a ti te pasa hoy, quieres gritar aquello que has comprendido, decirme te amo junto al oído y no puedes, pues ya no te preocupes aquí junto a ti me quedaré por que mi amor es grande y eterno y sé, estoy seguro que hoy en tu lecho de muerte, me has comprendido'.