El burro cargaba su pesada carga sobre su lomo; si el burro no se daba prisa el dueño le pegaba. El burro era lento pero hacia lo imposible por mover ligeramente sus patas. Los golpes como la enorme carga que llevaba lo lastimaban. Pero las patas le fallaban algunas veces y terminaba arrodillado en el piso; por los latigazos de su dueño volvía a levantarse. Pobre burro que trabajo tan duro! Al fin llegaron al lugar donde tenían que dejar la carga. El burro sintió un poco de alivio. Pronto le quitarían todos esos sacos de encima y su frágil cuerpo descansaría y ya no sentiría tanto dolor. Sus ojos se le cerraban del cansancio; tenía hambre y sed. Había trabajado como lo que era; un burro. Mientras su dueño y otra persona lo libraban de esa pesada carga; el pobre burro se movía como una hoja; de lado a lado; porque no le tenían compasión y lo empujaban y lo halaban. De sus ojos color marrón salían unas gruesas lágrimas; pero a nadie le importaba. Nació burro para ser tratado como un animal inferior y trabajar más fuerte que los demás animales.


Al fin lo llevaron a una fuente de agua; el burro se sintió mucho mejor. Bebió agua con desesperación y calmo su sed; su llanto y el agua se mezclaron. Una hermosa ave se metió a la fuente para bañarse y beber agua. Al ver al burro llorando le pregunto: "Oye animalito te ves muy mal; ¿porqué lloras; estás enfermo?" El burro se le quedo mirando a la hermosa ave y le dijo: "Estoy muy cansado; trabajo demasiado y por largas horas. Mi cuerpo me duele y por eso lloro. Además tengo mucha hambre. Gracias a esta agua me siento un poco más fuerte." "¿Y por qué trabajas tanto; qué es lo que haces?" "Trabajo mucho porque soy un burro. Nosotros los burros somos animales de carga. Todas las cosas grandes y pesadas me las ponen en mi lomo y con esa carga me hacen caminar mucho. Mi dueño no tiene piedad de mí. A nadie le importa lo que sufre un burro porque también somos muy feos." La hermosa ave sintió mucha pena por el burro. ¿Qué podía hacer para ayudarlo? "Dime burro; ¿qué puedo hacer por ti? Yo no tengo ese problema: Soy libre; tengo alas y puedo volar por toda la ciudad y visitar países. No tengo que trabajar y soy un ave hermosa que siempre tiene que comer."

El burro la contemplo por un rato; miro sus hermosas alas; su pequeño cuerpo; sus colores tan bonitos y su rostro limpio y lleno de felicidad. Entonces por primera vez sonrió y exclamo: "yo quiero tener alas! Quiero ser un burro ave; con lindas alas para poder volar! !Volar hasta el cielo; tocar las estrellas; jugar con las nubes! Volar por toda la ciudad y no tener que caminar. Tener un dueño bueno para montarlo en mi lomo y llevarlo a pasear; no quiero volver a trabajar." La hermosa ave lo miro asombrada y le dijo: "¿Y como le vas a hacer para que puedas tener alas y volar como yo? Me gustaría ayudarte pero creo que no va a ser posible. Eres un burro y yo soy un ave. Somos diferentes; pero quizás puedo ayudarte de otra manera para que puedas ser feliz y no abusen más de ti." El pobre burro comenzó a rebuznar con rabia. Aquella ave tenía razón; él era un burro con cuatro patas para caminar y correr; el ave era distinta; tenía dos alas para volar. Había nacido para cantar; ser feliz; volar y no trabajar fuerte. El burro se veía muy feo; había nacido para trabajar duro y usar todas sus fuerzas. Nunca su vida iba a cambiar. La hermosa ave no paraba de llorar. Algo tenia que hacer por ese pobre burro que ahora era su amigo.

¿Sabes burro?.Tengo una gran idea. Te voy a prestar mis alas para que puedas volar. Te las dejare por una semana. Yo me convertiré en burro y tú en un burro ave. Aquí nos veremos en una semana; entonces me devolverás mis alas y me contaras todo lo que hiciste volando como ave. Yo me iré lejos de aquí; buscare a otro dueño pero que sea bien bueno." Pasó la semana. El burro caminó tanto y sin rumbo; buscando un nuevo hogar. Al ave no le gusto ser burro; se encontraba rara; pero estaba feliz porque se había encontrado a un matrimonio que lo adopto y solo lo ponían a cargar agua para las flores; las plantas y la casa. Trabajaba poco y comía mucho. El burro convertido en ave se cansó de volar; sus patas le estorbaban. Era muy grande para volar y toda la gente lo quería atrapar. "No es un animal; es un monstruo; es de otro planeta; lo tenemos que atrapar; puede hacernos daño!" Eso decían todos. Las nubes se asustaban al ver aquel burro con alas y volando como un ave. El sol dejo de brillar; la luna se puso a temblar y los helicópteros lo querían coger; por poco lo aplastan. Tenia mucho frío y decidió volver a la tierra; se dio cuenta que no era del cielo ni las alturas. El ave convertida en burro le pregunto: "¿Te gusto ser ave y volar por las alturas?" "No; no! grito el burro ave- prefiero seguir siendo burro. No nací para ser ave. Soy burro. Así nací; es mi destino; no puedo ni debo cambiar." El ave le contesto: "yo no puedo ser burro. Nací para volar y cantar para alegrar. Mi destino es ser ave. Tenemos que aceptarnos como somos. Pero no debemos dejar que nos humillen y nos maltraten. Te tengo unos nuevos dueños muy buenos y honestos. Te van a querer mucho y te van a tratar muy bien; como te lo mereces. Ya no sufrirás más. Devuelve mis alas; quiero volver a ser ave. "Gracias amiga ave. Yo quiero volver a ser burro aunque no sea tan bonito como tú. Toma tus alas; no quiero volver a volar nunca más. Eres una gran amiga; me has devuelto la felicidad. "¿Volveremos a vernos?" "Claro lindo burro; donde quiera que estés tomando agua; allí yo apareceré; somos muy buenos amigos. La hermosa ave se fue volando muy de prisa; el burro corrió a su nuevo hogar a conocer a su nueva familia; sus dueños.