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El clavo

Monte tres Casas, tiene quince habitantes, bueno ahora catorce... Barbeía, cerrajero, bodega,iglesia, cura que desapareció hace tres semanas después de oficial la misa de seis; colegio con una mestras jovencita; un puesto de la Guardia Civi; la Meiga, con cien gatos o más, y una veterinaria para tres aldeas, hija de Monte tres Casas que en tiempos mejores fué y es, pese a su penurria, cabeza de partido. ¡Ah! y el señor Alcalde que está diciendo en estos momentos al teniente de la Guardia Civil:

-Nada de policías de la ciudad, si este se ha largado ya mandarán a otro.

Y el Cabildo envió a dos detectives, uno rubio, de ojos saltones, azulencos, de un morerno de mercaduría, y el otro, delgado, sereno de porte, sin frases para hablar. Que todo lo dice y pregunta el "Moreno"

-Empezaremos por la bodega -propone el "Moreno".

Y en la Bodega había, al menos, cuarenta albañiles desayunando, y eso bien sabido por la ropa de trabajo. El "Moreno" se hace cruces: ¿Dónde las obras? porque el pueblo tiene una sola calle y no hay indicios de este tipo de trabajo? Pregunta al camarero, como si ya estuviese al tanto:

-¿Qué de obras?
-Sí. El Barneario -responde, el otro, con regordeces en la voz.
-En dónde.
-Detrás de la iglesia, en el viejo cementerio.
-¿Y el nuevo?
-Qué nuevo...
-Cementerio.
-No hay.
-¿No?
-No, señor.
-Dónde entierran a sus muertos.
-Cada cual, en su huerto.
-Eso es anticonstitucional...
-En su capital, aquí no, señor.

Al detective "Silencioso" le parece el dialogo que mantiene su compañero con el bodeguero, de besugos. Decide abstraerse del momento con un buen vaso de vino tinto y unos cuadraditos de queso fresco. A travez de los sucios cristales puede ver como las gallinas picotean, las llantas del coche policial, mientras unos chiquillos mugrientos intentan empujarlo calle abajo. Se dice in mente: "Todo muy bucólico"

-A quien pertenecen las tierras -está preguntando el "Moreno"
-¿Qué tierras?
-Donde se construye el barneario.
-A nadie.
-Serán del Municipio.
-A nadie, señor...
-Entonces -el detective intenta no perder la calma-, si yo decido edificar una casa...
-Si no hay valla, cerca, estaca, sembrado, ni señalización alguna, en el lugar que elija, puede.
-¿Sin más?
-Sin más.

La segunda visita es al señor Alcalde. El hombre está ayudando a parir a una cabra y les recibe en el corral. Los ojillos retozones del edil, mariposean por el rostro de los dos detectives. Dice antes que el "Moreno" haga las presentaciones:

-Policías de la capital, en busca del señor.
cura.
-Mi compañero el teniente Saucedo, y yo el capitán Rodriguez. Y, ciertamente, en busca del señor cura. Usted no parece muy preocupado.
-Las andanzas del cura no me inquietan.
-Piensa que está, digamos de "juerga" -el "Moreno" no le quita ojo.
-Exacto.
-Sin dinero, sin documentos... sin más vestimenta que una vieja sotana.
-Exacto.
-Sin la motocicleta..., el conductor de la berlina no le ha visto subir..., y no diga ¡exacto!
-No le hace falta para "eso" salir del pueblo.
-A que se refiere.
-Pregunte en casa de la Viuda, quizá ella tenga algo que decir.
-Una pregunta más. ¿Qué asunto es ese del barneario?
-Hay aguas termales bajo la cripta de la iglesia. Este pueblo, como se habrá dado cuenta, esta "en vias de extinción". El barneario será un encantador lugar de recreo para turistas, que proporcionarán al lugar, vida y trabajo... Lo prometí en mi campaña pre-elecciones municipales, y yo cumplo lo que prometo.
-Esas tierras son sagradas...
-Su antiguo dueño, el Duque de San Silvestre, las dejó en fideicomiso; el cementerio, la iglesia, y toda la campiña que rodea al valle, pueblo incluido; se pueden explotar; hablitar vivo o muerto; sisfrutar por medio de la caza o pezca, por vecinos o no vecinos del Valle...
-¿Y los cadáveres?
-Haremos servir del cementerio, por lo pronto, de la aldea vecina.
-¿Qué piensa el señor cura, de todo esto?
-¿Usted mismo?
-Quiere decir que no está de acuerdo.
-¡Ezacto!

La casa de la Viuda es como todas, de líneas cuadradas y muros de piedra gris; ventanucos en las alturas que mas parecen troneras, y puertecitas ratoneras para entrada y salida de gatos y gallinas a el pozo negro que son las porquerizas.
Pastelillos de leche frita y licor de moras. El "Moreno" se abstiene, sus ojos saltones trotan de un lugar para otro "fotografiando" la estancia. Los tapetes de ganchillo parecen recien almidonados, y a las flores que conforman el centro de mesa,aun les gotean el rocio.

-Tenía el señor cura enemigos, que usted sepa, señora -pregunta el "Moreno" después de las presentaciones.
-El señor Alcalde; el señor Arquitecto; el dueño de la Bodega; su Ama de Llaves; la señorita Maestra; el Hijo del Herrero, la Meiga...
-¡Pues sí, que si! -Exclama, que sino explota el "Silencioso"
-Vallamos por partes..., ¿El señor Alcalde?
-Por lo del Barneario, es una profanación.
-¿El Arquitecto?
-Es el promotor del maldito evento.
-El dueño de la Bodega.
-Consiguió el señor cura, que la Guardia Civil, limpiara de mujeres foraneas, el local.
-¿Su Ama de llaves?
-Es una maldita celosa.
-La Maestra.
-La obligó a impartir el catesismo. Es comunista.
-El hijo del Herrero.
-Le atropelló con la "moto" cuando tenia tres años, y le dejó medio inválido. Le hecharon la culpa al chico y no le indenizaron un céntimo.
-La bruja.
-Es de naturaleza, que así sea.

Y así, una relación hasta trece.

Indiscriptible por fea, la bruja. Les recibe en el zaguán que hace de recibidor comedor y dormitorio: un atanos, retortas, alambiques, matraces, tubos de ensayo, decantadores..., y un sin fin de cachivaches rodean a la viejaruca.

-No pierdan el tiempo, busquen el clavo y encontrarán al cura.

Segundos más tarde, los dos policías, se encuentran junto al bordillo de la acera, de por frende a la casa de la Meiga, mirándose, admiraándose de no arrestar al pueblo entero.

-¿El clavo? ¿El clavo...? -Se repite el "Moreno" hasta que el sustantivo, pierde sentido.

A día siguiente, después de haber vistado casa por casa y interrogado vecino por vecino, sin resultado alguno, el "Silencioso" amanece dislocando dislocando el sueño del compañero, con un recuerdo hecho idea premonitoria.

-¡Ya lo tengo! Mi abuelo se divertía contandonos: "No permitais, nunca jamás, que un cura apuntille un clavo junto al perchero y menos que cuelgue de él, el manteo... ¡Se hará el dueño de vuestra vida y obra, además de la casa!"

-¿Y? -El "Moreno" no da con el quid, del asunto.
-Es una metáfora...
-¡En casa de la Viuda! ¿Qué hace un clavo roñoso en la pulida entradita?

Los de la científica en cuentra un trocito de hebra camuflada del manteo del cura, sobre el recuesto del zócalo, bajo el clavo roñoso, y el manteo entero junto el cadáver, pudríendose en el estercolero.

-Pero..., ¿por qué un clavo, con el perchero a un paso? -El Moreno está que alucina.
-Un manteo es más largo que cualquier abrigo y arrastan...
Datos del Cuento
  • Categoría: Policiacos
  • Media: 5.76
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Marcelo
invitado-Marcelo 29-09-2003 00:00:00

Tienes la idea de cómo hacer un buen cuento policiaco, sin embargo, creo que aún te faltan ls tablas necesarias. Más 'suspense', mejor estructuración de los personajes, pero -cosa importantísima- cuida mucho tu ortografía, eso cuenta mucho a la hora que, uno como lector, pueda entender lo que tratas de decir.

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