La señora marmota es perezosa y muy lenta. Para su cumpleaños sus amigos el conejito Pedro, la ratita Tina y la osita Lulú le organizaron una pequeña fiestecita en el claro del bosque cerca del árbol del señor búho.
Le prepararon un gran pastel de chocolate con relleno de fresa y lo adornaron con diez velitas de colores.
La fiesta empezó por la tarde, la señora Marmota se acercó al pastel y empezó a soplar.
Dos horas después no había apagado más que dos velitas de colores.
Los invitados esperaban impacientes, y los pequeños se quedaron dormidos.
Ya casi era media noche cuando apago la quinta vela.
El señor Búho era el único que aun tenia lo ojos abiertos…
Cuando el sol empezó a alumbrar el claro del bosque, los invitados estaban profundamente dormidos. La señora Marmota y el señor Búho compartían el gran pastel de chocolate y relamían de gusto y sabroso que estaba dicho pastel.
-¡Que estupenda fiesta y delicioso pastel!- exclamo la Marmota.
El señor Jabalí se despertó gruñendo y observo a los dos glotones.
-Querida Marmota –dijo-, te deseo que vivas mucho, pero mucho tiempo.
Pero… ¿Cuánto durara la fiesta el día que cumplas cien años?