Eran las 4:30 a.m en una fría calle de la ciudad de Uruapan, a esas horas cerca del centro, ya no transitaban autos y mucho menos transeúntes, pero en una banqueta enfrente del hotel “Tarasco”, se encontraba un sujeto joven de unos 17 años con la cabeza agachada, parecía que estaba muerto, y en verdad lo estaba pero por dentro.
En unos instantes, después de haber estado ahí durante horas se levantó y se metió las manos a las bolsas, elevó su cara y caminó lentamente hasta la plaza central, en su mente no había nada, su mente estaba en blanco, y era de esperarse, cualquiera en esta situación estaría igual, toda su vida la pasó de maravilla, disfrutando cada momento, con su novia, amigos y familia, nada le hizo falta, hubo momentos en que su vida fue perfecta, y no es por exagerar, él no podía pedir absolutamente nada mas, pero como en la vida de todo ser humano es común que todo se venga abajo.

Luis, que ese era su nombre, se encontraba en la preparatoria, era el ultimo semestre, su clausura de fin de cursos se acercaba y los preparativos comenzaron.
El y su novia ya tenían muchas cosas planeadas, como lo que iban a hacer después del baile de graduación, creo que ya se imaginarán que era, todo estaba arreglado y solucionado no faltaba nada, sus padrinos que por cierto eran ricos, ya se habían encargado de lo demás, solo era cuestión de esperar la gran fecha y pasar con las mejores calificaciones el ultimo curso antes de entrar a la universidad, eso no era problema, Luis era muy buen estudiante, si no sacaba diez, sacaba nuevo u ocho, pero de ahí no bajaba.
El tiempo transcurrió un poco rápido hasta que solo faltaban dos semanas para el gran día, así que su novia Génesis una mujer muy hermosa por cierto, le preparó una gran sorpresa para celebrar, lo llevó a su casa diciéndole que iban a cenar con sus padres, Luis aceptó aunque no muy convencido porque no le gustaban ese tipo de reuniones por temor a no saber que decir, pero al entrar a la casa de Génesis, vio que sus padres no estaban, solo ellos dos, ella lo tomó de la mano y lo jalo hasta su cuarto. Luis ya sabía lo que sucedía pero se hizo el inocente. —¿dónde están tus papás?—. Dijo muy serio Luis, tratando de disimular. Génesis solo sonrió un poco —no están mi amor, solo estamos yo y tu solos, ese es mi regalo por tu cumpleaños—. Luis con los preparativos de la fiesta de graduación había olvidado que era su cumpleaños pero por supuesto que le agradó la sorpresa —muchas gracias por mi regalo Génesis, ¿puedo estrenarlo ahora?—. dijo Luis con tono de broma temiendo que Génesis se lo tomara a mal, pero no fue a así ya que le gustó la broma y soltó una tierna sonrisa que le hizo a Luis sentirse alegre, ya que esa sonrisa de ángel es capaz de volver a la bestia más feroz en un tierno gatito, esa sonrisa en su rostro blanco y viéndose reflejado en su ojos cafés claros, volvieron a Luis esclavo de esa sonrisa.
Génesis cerró la puerta de su habitación, y se empezó a desnudar lentamente, antes de hacerlo por completo besó a Luis apasionadamente y le dijo cuanto lo quería, él solo le acarició el rostro, pasando suavemente su mano en su tierna nariz y la complejidad de su hermoso rostro, después le besó el cuello, y continuaron.
Después de 2 horas, cuando terminó, en la cama se encontraban abrazados sus cuerpos desnudos y viéndose con un amor indescriptible, él le acarició el cabello —esta ha sido la noche más maravillosa de mi vida— dijo Luis. Génesis lo miró mas fijamente —la mía también, oye ¿te confieso un secreto? —si por supuesto, sabes que puedes confiar en mi Génesis—no sé si me creas pero soy virgen—. Y en verdad Luis no lo creyó debido a que ella era hermosa, tenia un cuerpo envidiable para cualquier mujer y también para hombres porque lo quisieran tener pero para ellos, sin embargo le dijo que sí le creía y que siempre lo iba a hacer.

Luis se levantó muy temprano como a la 1:00 p.m. bueno para la energía que había derrochado un día antes era bastante temprano, continuó con su vida, recordando constantemente aquel día y creyó que Génesis si era virgen, antes de que los dos lo hicieran, ella siempre decía la verdad, era la persona perfecta para él, así que depositó completamente su confianza en ella, la que en ese momento se había convertido en su gran amor, Luis no se imaginaba un futuro sin ella.
Faltando una semana para la graduación, recibió una llamada de un amigo de mucha confianza llamado Víctor, quien le pedía verse para tomarse un café y platicar de un asunto que decía él era de mucha importancia, Luis llegó puntualmente a la cita, —¿de qué querías hablarme Víctor?—ven siéntate, es mi deber como amigo informarte sobre algo que escuché, hace unas horas oí decir a tu novia Génesis que había hecho el amor con Roberto ayer, que le encantaba sentir su cuerpo desnudo sobre su piel—. Víctor le dio un sorbo a su café, y se quitó los anteojos. —que la primera vez lo hicieron en la casa de Roberto y otra vez en la casa de ella, incluso en días en los que había estado contigo, al despedirse de ti se dirigía con él, y lo más doloroso es que también escuché que Roberto le había quitado la virginidad a Génesis cuando tenían catorce años—. Luis se alteró bastante —¿estas seguro? —por supuesto, si yo mismo la escuche y si no fuera así no te lo diría con tantos detalles—.
Luis buscaba una explicación lógica, era imposible lo que estaba escuchando, pero sabía que su amigo no era de esas persona que les gusta mentir, —¿de quien escuchaste eso? — de ella misma, la escuche hablando con sus amigas—¿dónde? —ellas estaban platicando en el baño yo las estaba espiando—¿qué? —es que soy hombre y tengo mis impulsos—bueno pero estas seguro—si por supuesto.
Luis se la pasó todo el día y parte de la noche tratando de encontrar una explicación lógica, un malentendido era un opción, pero en unos momentos la empezó a descartar, ya que trató varias veces de hablarle a su celular pero no lo contestaba, parecía que estaba apagado, fue a su casa pero no encontró a nadie, el nerviosismo crecía dentro de él probablemente su amigo tenía razón, en que ella lo engañaba.
Pasaron una semana completa sin comunicarse, hasta que llegó el tan esperado o ya no tanto día de la gradación, él usó su mejor ropa, y retiró una gran cantidad de dinero del banco para pasársela bien.
Al entrar en el gran salón vio a Génesis platicando con un sujeto, los celos en Luis crecieron hasta que explotaron, se le acercó —eres la peor mujer que puede haber en este pequeño mundo, te odio tanto, no quiero que me hables, no quiero que me expliques ya que lo sé todo, no tienes vergüenza adiós para siempre. —.
Luis sin recibir explicación se retiró de inmediato y borró y quemó todos los recuerdos de ella, desvió las llamadas de ella para que no le pudiera hablar.
Habían caído los esquemas de su vida ahora que todo era perfecto, sin recibir explicaciones, esa misma noche a las 11:00 p.m. tomó un taxi, y le pidió que lo llevara lejos, de preferible a otra ciudad, que le pagaría muy bien, el taxista le dijo que él ya se iba para su casa, que vivía en Uruapan, le pregunto a Luis que si lo llevaba para allá, él sin pensarlo le dijo que si.
El taxista trató de hacerle platica como buen taxista, pero Luis no le contestó, así que el chofer solo siguió su curso, a medio camino empezó a llover, las gotas golpeaban suavemente las ventanillas que miraba Luis, cada gota que caía era una lagrima que él lloraba en silencio.
Llegaron a Uruapan, Luis se bajó justo enfrente del hotel “Tarasco”, solo para pasar allí unas horas sin pensar, para próximamente dirigirse hacia la plaza central, fue allí cuando empezó a reflexionar, y se acordó de lo estúpido que era, ya que él su segundo nombre era Roberto, él y Génesis lo tenían pensado hacer el día de la graduación, todo había sido un malentendido y estaba feliz, saco su celular y la llamó pero no contestó, así que llamó a una de las amigas de Génesis que le contestó con la voz quebrada —tu no deberías de atreverte a llamar—¿por qué?—ella después de lo que le hiciste y al no poder hablar contigo, te amaba tanto, sintió que su vida no tenía sentido sin ti y por eso se la quitó—. Luis solo Colgó y soltó el llanto más profundo y grande de toda su vida pero no por culpa sino por amor.