Me levante y el día parecia igual al anterior, nublado, con el suelo aun mojado, pero calido, la típica tormenta de verano.
Me levante y se me escapó un sollozo. Estaba desesperada. La vida no merecia la pena, nunca me habia pasado nada feliz, ninguna alegria no relacionada con conseguir un bien material.
Me habia ido de la casa de mis padres. Intentaba empezar una nueva vida, algo diferente. Hacer desaparecer la angustia de mi interior. pero era imposible. Los recuerdos me perseguian dia tras dia, vaya a donde vaya. Había pensado en suicidarme, pero era dificil, me sentia covarde. Inutil.
No tiene sentido vivir en este mundo si no puedes hacer alo por el, algo que haga que tu nombre salga en google no por los datos de inscripcion en alguna beca, o escuela de musica.
Me levanté, el día parecia igual al anterior, lluvioso pero caluroso a la vez, devido a la humedad.
Me hice el desayuno. Muy simple, tostadas y un vaso de té con leche. Lo mismo siempre.
Apure el té y volvi a mi dormitorio. Puse la musica. Musica triste. Seguro que no me ayuda en nada que la musica sea melancolica pero. todo habia acabado.
Me sentia desolada, acabada.
No tenia amigos. no tenia a nadie.
Tenia la musica pero no era suficiente. Almenos me permitía apartarme de mis pensamientos, cuando cogia la guitarra, el mundo era la guitarra, en cuanto la soltaba, el mundo era la tristeza y la desolacion. tristeza y desolacion.
Desesperada sali a dar una vuelta, no me abrigue pero me puse calzado de lluvia, odio que se me mojen los pies.
Son las manias, supongo que todos tenemos una. Odio que se me mojen los pies.
El dia era gris, todo era gris. El mundo era gris. No estoy echa para este mundo.
Quiero ser alegre pero no puedo.
Y solo tengo 19 años.
El sexo???
No sirve de nada, nunca he encontrado una persona con la que tuviera una relacion estable, casi todo fueron lios de una noche, y eso no me consuela.
Hacia calor. La humedad.
No aguanto mas.
Di la vuelta en esa esquina y volvi a casa.
Hoy tenia que hacerlo.
Abri la ventana del salon.
9 pisos.
Suficiente.
Puse una silla para estar a la altura del alfeizar.
Me asome.
Tenia que hacerlo.
No hay nada que perder.
Y lo hice.
Nadie me echo de menos.