Me alimento de los peores pecados del ser humano, les pongo una simple migaja de éxito, y ellos pican de ella, la comen de la palma de mi mano. Les concedo los deseos turbios que tienen en sus almas. Y sin pensar en las consecuencias, dicen el sí de sus labios. Pocos se tambalean, con suculentos manjares como el dinero, el éxito, el mas puro y duro sexo. Quieren ser el ombligo del mundo, que todo gire a su alrededor, y yo con una palmada de mis manos... se lo concedo... Pero el precio es alto, muy alto... Seran mis esclavos, y simples portadores de sus almas, porque son mias, me pertenecen, ellos me la regalaron, yo no les obligé, les propuse, les mostre, y ellos aceptarón. Yo no les obligo...
¿ Asi que quien es mas diablo, YO, o el ser humano?
Yo no pudro sus serenas almas, ellos con el inconsciente me llaman, yo no les obligo, solo les pongo un dulce veneno en la boca, ellos son libres e inteligentes para tomarlo o dejarlo.
Sí juegas con fuego te quemas...
Prefieren unos minutos de gloria, teniendo todo lo que mas desean, sin atenerse a las consecuencias, a ser sencillos, y ganarlo con esfuerzo, y sufrimento, luchando dia a dia...
y mas tarde llega la letra pequeña, nadar por un mar en el que te ahoga la soledad, la desdicha, porque no todo va a ser un goze sin final, el pecado se paga, y en mi caso, pido el alma...
Mientras haya gente, que me desee, que me pida, yo concederé, siempre con previo aviso, porque el diablo, no engaña, sugiere, tenta...
¿Quieres poder? te lo daré ¿Por cuanto tiempo? no lo se...
¿Quieres dinero? lo tendrás, pero sera sucio... tu mismo ahí lo tienes...
¿Quieres sexo? ¿Una experiéncia nueva, diferente, con poder? Mira que belleza, no preguntes, pero tu mismo... si obligas... pueden pasar muchas cosas
¿Quieres acabar con aquel al que tanto odias? Toma un arma... pero luego su muerte pesara en tí, estarás condenado a servirme toda la vida, si ahora picas...
Me presento de todas las maneras inimaginables, como nunca te esperas, como oportunidades sucias, siempre siendo tu consciente de que detrás de mí siempre ahí temibles consecuencias...
¿Lo tomas o lo dejas?
Tú siempre tienes la última palabra...