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El extraño buscador

Me agrada escribir sobre estas paredes. Hallo en este reducto un espacio ilimitado en donde la imaginación y la creatividad puedan expandirse sin final, teniendo como eje central, como un Sol, un fuego que anima toda existencia, este pequeño cuerpo encerrado y castigado entre cuatro paredes de por vida. Tengo la suerte de coger una barra de carbón, muy pequeñita pero está muy bien, pues me permite expresar sobre las paredes lo que tengo dentro... he escrito una historia acerca de un hombre que día a día se vuelve mas y mas niño hasta ser espíritu y volar y volar, y cruzar a través de las cuatro paredes de esta celda que encierra este centro animado de carne; he escrito un bello poema acerca de los días y las noches que son como niñas blanca y negras que juegan entre sí sin mirarse un instante pues una está a la espalda de la otra tras la cortina de un inmenso y denso sueño; he escrito muchas cosas bella y luego las he borrado pues deseo que se expandan, esfumen como la neblina que surca mi pequeña antro, pues ellas, ellas son mas de mí que esta carne que es el centro de toda fuerza... También he encontrado un pedazo de madera en forma de varilla, y con ella, por las noches en que no deseo escribir me pongo a golpear las paredes, la puerta de mi celda, los barrotes que cubren mi pequeña ventana, y al golpearlas escucho, apasionadamente, sonidos, bellos sonidos como notas musicales... Y me encantan sus notas porque cierro los ojos, los hundo, me los aprieto como si tuviera dientes en vez de pestañas y siento una vibración, una gota brillante que se expande en el algo negro de mi mar interior como oes y oes y oes mas y mas grandes... Me agrada descubrir el hoyo que llevo dentro.

Recuerdo a un amigo que se arrancó los ojos con sus manos para ver si veía algo tras de este mundo cambiante y real. Recuerdo sus palabras que repetía una y otra vez: Luz... mientras levantaba sus manos llenas de sangre y sus dos ojos. Nunca olvidé sus palabras, claro que a mi amigo lo internaron, pero sus palabras se quedaron selladas en mi alma, y tanto me marcaron que desde aquel día miraba a cada persona pensando que en ellos, ya sea afuera o adentro tenían luz, es mas, en las oportunidades en que pude cortarles sus cabezas buscaba aquello, pero sólo encontraba vísceras y sangre, mucha sangre... Por ello me encerraron, nunca creyeron que yo era un buscador, un loco. Me cataron como un esquizoide, un ser que escucha voces, y eso no es verdad, pues si algo escucho es a mí mismo, a mí en lo hondo de mi oscuridad. Ante esto, al no encontrar nada en los cuerpos mutilados por mí, me sentía perdido, es mas, muchas veces intente suicidarme, pero nunca pude lograrlo... La razón era que temía que aquel impulso no valiera la pena y que faltaba poco por averiguar el misterio de la belleza de la luz, por eso es que me entregué solo a la justicia, junto a todas las cabezas cercenadas por mí, y que guardaba en una bolsa bajo tierra...

Quizá por ello es que no acabaron con mi vida, no lo sé, pero tuve mucha suerte pues fue aquí en donde encontré el significado de aquella palabra, que era, para mí, aquello que te hace sentirte bien... Encontré en ese cerrar de ojos y hundirme en ese hoyo negro, las ganas de expresar lo inexpresable; como el sonido musical que produce mi varita de madera; o cuando escribo o dibujo sobre las paredes aquella belleza inexpresable...

Es bello, es bello, es bello estar así, sin nada mas que hacer que descubrirme y mostrar lo que yace enlodado bajo escamas de miedos y anhelos, y eso, eso me produce una gran alegría, un contento de volver a sentir el instante en que veo nuevamente el rostro del guardián, con su fría y honda respiración, mostrando su sucios dedos bajo la puerta cuando me echa la comida llena de hormigas y cucarachas, y es tan bello que me dan ganas de reír, llorar, cualquier cosa, simplemente agradecer cualquier cosas, es lo mismo, es igual, lo mismo...




San isidro, mayo del 2006
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 16677
  • Fecha: 23-05-2006
  • Categoría: Sin Clasificar
  • Media: 5.85
  • Votos: 62
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2235
  • Valoración:
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