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Categoría: Románticos

El fin de las rosas

Miró a quien estaba sentada a su lado. Era la mujer más bella que jamás hubiese visto. Pensó lo que le diría mientras el colectivo dejaba atrás la ciudad, a la que no volvería jamás; rodeando las plantaciones de la estancia de Don Mateo. Hacía tiempo que no veía las luces de la calle. La oscuridad había marcado sus últimos 25 años. La barba y el pelo largo habían modificado sus facciones, pero aun seguía siendo el mismo hombre. Aun recordaba ese horrible episodio, aquel que le había costado la oscuridad, la barba y esa melancolía que se observaba en sus pequeños ojos pardos.

Contempló una vez más a la muchacha de su derecha y le pareció recordar esa cara, aquella cara que hace tanto, pero tan poco tiempo había amado y acudió a su mente ese mal recuerdo.

Eran las diez de la mañana y estaba parado, con 25 años menos, en el lugar de siempre esperando el 40, cuando la vio llegar; era una morocha de unos 23 años y con sus carpetas y libros se puso detrás de él. Sus ojos se iluminaron y esa cara triste se llenó de felicidad, un tibio "- buenos días" surgió de sus labios después de haber salido como un torpedo desde su corazón. Ella no le respondió, pero con un movimiento de cabeza y una sonrisa le hizo ser el hombre más feliz de la tierra.

La miraba de reojo cuando llegó el colectivo y rápidamente le dio paso para que subiera.

Se apuró a trepar al colectivo, pagó y ocupó el único lugar que había disponible. Inmediatamente subió él, y el grito de "- Para atrás !!!" del chofer lo separó de ella. Se paró al final y la observó arreglarse el pelo y pintarse los labios mirando un diminuto espejo.

Cuando volvió en sí, se había pasado del lugar donde debía bajarse y se apresuró a tocar el timbre, mientras la veía levantarse. Vaciló y dejó que ella bajase primero. La siguió durante 2 cuadras hasta que entró en el Banco Hispanoamericano. Se metió detrás de ella y permaneció junto a la puerta del banco admirándola desempeñarse detrás de la caja 6 hasta que el guardia le dijo: "- Señor, en 5 minutos se cierra. ¿Desea hacer alguna operación de último momento?"

Reaccionó y moviendo la cabeza le dijo que no. Le preguntó el nombre de la chica de la caja 6, y salió presuroso del lugar. Se dirigió a una florería, compró un hermoso ramo de rosas, y volvió al banco. Llamó al guardia y le dijo sosteniendo el ramo y una pequeña tarjeta: "- Entréguele esto a la señorita de la caja 6 por favor."

"- Lo siento"- respondió el guardia "- pero la señora es casada"- y tomó el ramo.

Salió con el corazón destrozado. Lo sostenía en una mano mientras una lágrima recorría su mejilla. Regresó a su casa con una sola imagen en la mente. Tenía que hacer algo con esa mujer. Era la primera vez que se enamoraba con todo su ser. Solo existía ella en ese momento, nadie más. La noticia del guardia había ayudado a aumentar su angustia. Sabía que jamás lograría llamar su atención. Que ella nunca podría amarlo como él la amaba. Por su mente se cruzó una idea y tomó una decisión. La esperaría en la puerta del banco.

Al día siguiente estaba a las diez y media parado en la puerta del banco esperando su llegada, cuando la vio pronta a bajarse de un lujoso BMW. No venía sola. Vio como despedía al conductor con un beso en la boca, y la ira colmó su cuerpo. Esperó que bajara, se abalanzó sobre ella y con ambas manos le rodeó el cuello presionándola tan fuerte, que la hizo tirar sus libros y carpetas.

Ella lo miró a los ojos y antes de perder el conocimiento susurró jadeando: "- Yo también te amo".

Dejó de apretar y ella cayó al piso sin fuerza, con los ojos abiertos como un búho. Mientras la miraba, escuchaba al conductor que sollozando gritaba: "- No hija mía !!! No mueras, por favor, no mueras !!!

Sintió que se desplomaba, alzó la vista y dentro del auto alcanzó a divisar el ramo de rosas con la tarjeta que le había mandado el día anterior. Rompió en llanto y no ofreció resistencia al policía que lo esperaba acercándolo a un patrullero...

Recordaba también cuando el juez incrédulo le permitía cambiar su declaración de culpable y él insistía en mantenerla.

Una dulce voz lo trajo de vuelta a la realidad. La muchacha de la derecha le hablaba.

- Disculpe- le dijo- ¿Hacia donde viaja?

La miró y muy seguro de sí mismo respondió:

- No acostumbro a hablar con mujeres tan hermosas- y levantándose, se dirigió hacia un par de asientos, con paso firme y una idea fija en la cabeza; no volver a enamorarse.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.7
  • Votos: 57
  • Envios: 7
  • Lecturas: 10132
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Luisina
invitado-Luisina 14-11-2002 00:00:00

la vida siempre te da una nueva oportunidad....... y mas si se trata de amor!!!!! ¡Por que él hombre no quizo volver a amra mas? No tiene que vivir de su pasado, sino vivir el presente para mejorar su futuro!!

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