Hace muchos años, cunado todavía existían los hombres bondadosos y los buenos modales en un lejano pueblo un hombre había recibido una gran noticia, la cual se trataba que, en un par de dias uno de los hombres mas sabios del mundo iría a visitarlo.
Pacientemente el hombre espero los dos días preguntandose, como se iba a comportar, de que le hablaría, que le ofrecería, en fin, el hombre casi no pudo dormir de tanto que pensaba en todo esto.
Al fin llegó el dia y el hombre fue a recibir a su tan esperada visita, lo recibió con gran efusividad, de camino a casa el invitado observaba todo su alrededor sorprendido y lleno de curiosidad, y le preguntaba por el nombre y función de cada cosa que veía y no conocía, hasta que llegó a la casa de aquel hombre, llegando a casa el invitado siguió preguntando por todo hasta que aquel hombre se impacientó y le preguntó: -Amigo, ¿como es que tu siendo tan sabio me hayas estado preguntando por todo lo que veías en tu camino?¿que acaso has engañado a todos y no eres tan sabio como dicen?, aquel invitado con un semblante sereno y esbosando una sonrisa amigable respondió: -Me alegro que me hayas preguntado eso, ya que precisamente es así como he aprendido todo, preguntando, y es asi que he llegado a saber mas cosas que los demás, y todos pueden hacer lo mismo para volverse sabios, pero por verguenza a preguntar se quedan en su ignorancia.
Aquel hombre agradeció la gran enseñanza que había recibido ese día prometiendole que revelarpia a todas la personas posibles esa gran enseñanza para que hubiera mas sabios en el mundo.
Miguel, supongo que leeras ésto, así que te digo que me ha gustado mucho y pienso que lo que dice el cuento es una gran verdad. Ciao!