Recuerdo el día que caminaba por la plaza Venezuela y oí a un hombre alto y grueso hablar por telefono, era una persona más de esa cantidad ingente que suele pasar por aqui, solo algo llamó mi atención; dijiste "envialo a nombre de Eddy Garcia", mis piernas temblaron, ¿era casualidad o acaso ese era el hombre que escribía cuentos en internet? No dudé en abordarte, no dudé en ponerme en tu camino aunque aqui en Caracas es peligroso hacer eso, inquirí, pregunté, indague, perseguí, acosé a ese ser humano anónimo cuyos cuentos a veces me hicieron amanecer frente a mi pc, contestaste a todas mis preguntas con un si o un no, ni apresuraste ni redugiste el paso, solo caminaste entre palomas y ardillas, entre ancianos y niños, distante pero conmigo, por ultimo y con cortesía me dijiste, ¿Aracelis me dijo que se llama? ha sido un placer caminar con Usted, pero ahora tengo que tomar el metro, y solo entonces vi esa timida sonrisa casi invisible, un brillo en ese ojo café claro que se veia un poquito por encima de tus lentes oscuros, esa mano fornida y morena que salia de tu gruesa chaqueta de cuero, y te fuiste dejando en mi mano una tarjeta: Eddy García - Interprete / traductor.
¿Sabes? ya no me gustan tanto tus cuentos, salvo los religiosos que leo una y otra vez, ni siquiera me tomaste en cuenta, y quedaron en mi cabeza mil preguntas sin responder, sigues escribiendo y en ninguno de tus cuentos has escrito sobre esa tarde soleada de Caracas, tus comentarios son paternales y complacientes para con otros que tambien escriben alli, y aunque he comentado algún cuento tuyo y he dejado adrede mi correo electrónico, a diario abro y no consigo nada para mi, ahora leo a otros, pero debo brindar tributo no a ti, sino al momento tan especial que viví, aun conservo tu tarjeta, pero me prometí a mi misma que no te llamaré, a no ser que algún dia necesite una traducción, yo no se si escribo como tu, pero algo es cierto, lo que escribo lo siento, y si alguien me consigue en el camino y me detiene por lo que escribí, no escatimaré una larga sonrisa, y al menos le escribiré una vez. Y se que alguien será feliz.