Eran mas de las doce de la noche cuando bajé en pijama. Había escuchado un ruido, y me levanté para ver que pasaba. Mis padres dormían, así que procure no hace el menor ruido.
Cuando bajé, el suelo estaba mojado. Incluso había huellas que llevaban al sotano. Me atreví a abrir la puerta y observé con gran temor que en las paredes alguien habia escrito : No vayas a la oscuridad.
Corrí a llamar a mis padres, pero cuando los hice bajar, el suelo no estaba mojado y no había nada en el sótano. Se enfadaron y se fueron echos una furia a dormir. No pensé mas en eso y me dormí. Al día siguiente, por la tarde, le conté lo sucedido a mis amigos, a lo que me respondieron que estaba loca. Para demostrarselo llamé a una amiga para que se quedara a dormir. A las doce y diez de la noche, bajamos al sotano y no había nada.
- Es verdad que estas loca. - me dijo
Intenté convencerla de lo que ví el otro día, pero fue inutil. De repente la luz se apagó. Ella empezó a temblar, al igual que yo. Cuando la luz volvío, el suelo no estaba mojado, pero en las paredes estaba pintado: No vayas a la oscuridad. Pero cuando vi a mi amiga... Estaba en el suelo fría y palida. Intenté reanimarla pero la luz volvió a apagarse. Fui directa a la puerta, pero no se abría. Alguien me tiró del brazo y caí al suelo. Cuando me pude levantar un hombre enmascarado me cogio y me saco del sotano y me llevó a un gran bosque. Por lo poco que pude ver en la oscuridad, era un joven. Estaba aterrorizada. Me vendó los ojos y cuando me quitó la venda, vi a todos mis amigos con un cartel que ponía: Feliz Halloween.