Gritó priscila. Su padre estaba dormido sobre la manta y su madre con las gafas de sol puesta, no sabía lo que pasaba. Ana fue la que comenzó diciendole que no podía estar cerca de su padre. <¿Pero qué tiene de malo vuestro padre?> Repetía una y otra vez Paula, su madre. No sabían como decirle que su padre era un ... asesino. Que no podía estar con él. Así que Priscila llevó a su madre ha un sitio donde no la escuchaba nadie y entre ella y Ana le contaron lo de su padre. Como era lógico, Paula no creyó nada de lo dicho, pero las niñas insistieron en que fueran al lago y con tanto jaleo, su padre(Pablo) se despertó.
< Niñas, si queréis, puedo ir yo al lago con vuestra madre>
Las niñas, horrorizadas, intentaron que no fuera, pero parecía que el destino unía a su madre con la muerte, puesto que ella aceptó para dar una vuelta. Priscila dejó a Ana con ellos, para cuidar de su madre como fuera, y ella echó a correr al pueblo a avisar a quien fuera.
Tanto corrió que en cinco minutos ya estaba en la plaza del pueblo. Allí no encontró a nadie conocido, pero si a Alejandro, un muchacho del que se había enamorado de Priscila hacia ya un tiempo, que tenia su misma edad, catorce años. Estaba leyendo tranquilamente un libro. Lo llamó a voces y el muchacho, alarmado, acudió a ella tan rapido como pudo.
Al oír lo que le sucedía, se llevó las manos a la cabeza. < Ese lago esta encantado Priscila, no vayas> Le decía una y otra vez. Y es que su tío había matado a varias mujeres del pueblo, y cuando él fue una vez al lago, vió todos sus crimenes y lo pudieron meter en la carcel antes de matar a su tía, por lo que su madre corría un grave peligro.
Los dos corrieron colina abajo hasta llegar al bosque.
Ana estaba temblando de miedo, por que contra más se adentraban en el bosque, más veía a su padre la cara de asesino.
Priscila y Ale cogieron un atajo para llegar al lago, y una vez allí se escondieron detras de los matorrales. Esperaron hasta que llegaron los padres de ella y su hermana. Ésta advirtió su presencia, pero sus padres no.
< Lo que tienes que hacer - dijo ALe - es meterte en el lago en el mismo momento que tu madre se meta. Entonces tienes que llegar hasta el fondo del lago y una vez allí coger algo que debe de estar, es decir, algo que era de tu madre que lo había perdido. Eso se lo quitó tu padre y lo llevó al fondo del lago, como para decir que se tiró al agua para recogerlo y que se ahogó porque no sabía nadar. Si coges el objeto antes que ella y lo tiras fuera del agua, el hechizo de asesinato en el lago se quitará para siempre de tu madre.Pero... hay terribles criaturas allí abajo, fantasma de personas que murieron asesinadas de sus maridos, no te fies de nadie> Le deseó suerte, y se despidió besándola suavemente en los labios. Seguía enamorado de ella.
Priscila advirtió el momento en el que su madre se iba a meter en el lago y... el tiempo se paró, por lo que le dio tiempo a meterse en el mismo instante que ella. Una vez dentro del agua, buceó hasta el fondo y allí encontro un hermoso collar de corales que su madre perdió la semana pasada. Cuando ya tenía la mano alargada para coger el collar, otra mano se interpuso. Era una mujer rubia con los ojos verdes. Le dijo que para cogerlo tendría que descifrar un acertijo. A Priscila se le daban muy mal las adivinanzas, pero aceptó con tal de salvar a su madre. La mujer comenzó la adivinanza:
< De noche llegaron sin ser invitadas, de día murieron y no están extrabiadas, las mujeres somos como ...>
Era dificil. Pensaba que decían las mujeres maltratadas, pero las comparan con algo o alguien. No sabía como podía estar hablando y pensando y no saber si estaba respirando o no. Era la misma sensación de la otra noche; ni frio ni carlo.Ya era denoche y tenía mucho miedo, empezó a verse mejor la Luna y era extraño, por que las estrellas formaban un circulo alrededor del collar de...
< ¡LAS ESTRELLLAS! -Gritó casi sin aliento - Las mujeres somos comos las estrellas>
Hizo una afirmación con la cabeza y dejó que Prisicila cogiera el collar. Acto seguido subió a la superficie y tiró el collar lo más lejos posible. Y allí... su padre estaba pegándo a Ana como si fuera un perro, por lo que corrio hacia ellos. Pero antes de llegar, su madre salió a flote y su padre calló al agua, como por arte de magia los cuerpos se intercambiaron y su padre murió ahogado.
Días después, Ana y Priscila se sentían más seguras de estar con su madre y que no estuviera su padre. Éste siempre maltrataba a sus dos hijas y a su mujer.
Ademas de la muerte de su padre, Priscila notó otro cambio; cada tarde, Ale venía a buscarla para recoger flores.