De nuevo estaba en la biblioteca buscando algún libro que leer cuando de repente veo un libro viejo y dañado tirado en el piso, empiezo a pensar porque estaba ahí. Lo agarro y me voy a la mesa mas cercana. Trato de abrir el libro, pero no se abría. Se veía en la portada un signo extraño que se parecía a una “C” en mayúscula. Fui donde la bibliotecaria, pero no había nadie en la caja. Dudé que alguna persona que estuviera ahí supiera que era, así que no le pregunté nada a nadie, pero un muchacho alto, rubio y con los ojos verdes se acerca a mi y me dice que ese libro le pertenecía, así que se lo di, pero cuando le iba a preguntar de que era ese libro, desapareció, no lo encontré por ningún lado, así que no me preocupe y me fui, pero en el camino a mi casa, encuentro de nuevo el libro, pero esa vez no lo agarré, lo miré de reojo, me di la vuelta y seguí caminando, pero cuando llegue a la otra acera, estaba ahí. Ya me estaba preocupando y me fui corriendo a mi casa, pero al llegar, el libro estaba en la puerta de mi cuarto. Grité lo mas duro que pude y mi madre viene corriendo a ver que pasaba. Cuando le conté todo me dijo que estaba ilusionando, que no había ningún libro ahí. En ese momento me asusté. Agarro el libro y entro en mi cuarto. En ese momento lo pude abrir, pero lo que encontré fueron muchas páginas en blanco, menos la ultima que decía: “utilízame bien. En cada ocasión que me necesites ahí estaré, para cuando desees que te acompañe, ahí estaré, solo escribe en mis páginas y serás mi amo” En ese momento empecé a pensar ¿para que utilizaría un libro vacío y viejo? Y lo deje tirado en la cama, pero cuando me iba de ahí, se escucho una voz que sonó por toda la casa: “¡no te vayas! Necesito de tu ayuda. Si me deseas aquí me tienes, te ayudaré en todo. Solo escribe tu nombre en tinta roja...” la voz era de hombre, lo pude notar, y el acento era español, supuse que era una broma, así que le seguí la corriente a lo que decía, pero cuando escribí mi nombre, aparecí en un sitio lúgubre. Grite: “¿hola? ¿dónde estoy?” pero nadie me respondió, supongo que estaba sola, pero luego de unos segundos sale fuego a mi alrededor, y de las sombras sale el mismo muchacho alto, todo vestido de negro, y montado en un caballo, también negro, el me dice: “no necesitas saber donde estas, ni tampoco si hay alguien.” “¿quien eres?” le pregunto sorprendida “no necesitas saberlo” Luego de que pasaron unos segundos le pregunto: “¿estoy aquí por el libro?” “mas que eso, estas aquí, porque de ahora en adelante trabajaras para mi” “¿¡Qué!?, no es una equivocación” dije con voz temblorosa. De repente, el se quita el sombrero de la cabeza y se le ven dos cuernos grandes y filosos “sabrás quien soy ¿no?. Vendiste tu alma al diablo, nada puedes hacer, solo quedarte aquí, trabajando para mi. Espero que seas buena para esto” Eso fue lo ultimo que dijo, después desapareció, como antes, pero ahora dejando aquel libro maldito, juntos los dos en la soledad.