Por favor, que calle el silencio, que brille la luna que leas este cuento mientras que las estrellas se alzan en el cielo...
Se encendia y se apagaba el brillo del fuego en la vela, que llegaba hasta el marco de la ventana, el cristal empañado por el aliento y luchando en la habitacion el frio y el calor. La cera resbalando y cayendo sobre el plato, y sentados los dos enamorados, con el frio en las puntas de sus manos y la sonrisa sombra de la verguenza en sus rostros, las plabras era la sequia, y sus movimientos vigilados por las pupilas de cada ojo.
Pero despues de pensamientos y hablando con el valor que cada uno tiene en su interior alzo por fin la vista y fijandose en el movimiento de la vela poso su mano sobre la de ella, y la miro a los ojos, ella respondio la morada, y sonrio en silencio agarrando la caricia de la mano, el aparto el pelo de su cara, mientras que las palabras y las frases de amor pasaban por su mente, no se atrevia a hablar, pero entonces la doncella, sorprendio al joven en el susurro de la noche se escucho un te quiero, razon de mas por lo que el respondio acariciando su mejilla, y mientras que el sol esperaba para iluminar el cielo, toco labio con labio, y los corazones empezaron a bailar, las palabras se derretian y un cosquilleo persiguio aquella noche...
Que mas bonito que un beso en el amanecer, que mas bonito que ver una rosa sonreir, la magia de un beso se quedara en ti por siempre, y no es sueño es la mas bella sensacion...