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El puñal afilado

El reflejo de los rayos del sol salían del metal del puñal que amolaba con tanto gusto. El sol estaba terrible. Gotas se sudor se unían como soldados en batallón y caían lentamente por mis mejillas. Afuera el hormiguero de gente, parecían máquina, robots locos, desesperado. A veces observaba de mi balcón el escándalo de los automóviles, aquellas bocinas del demonio que hacían que el oído reventara. Era un asco vivir en aquella ciudad, cuando menos uno se lo esperaba pasaba un maldito camión anunciando la candidatura de uno de los políticos que buscaba treparse en el gobierno para robar, sí, ese era el lema, robar, robar, corrupción, corrupción. Pero no hacía caso, para mí el pueblo estaba perdido, no había un líder capaz de sacarnos del abismo de la criminalidad, el robo, las drogas, el saqueo de los fondos públicos... era borchornoso ver a un político corrupto presentarse ante el país para que le dieran la oportunidad de volver a robar.

Pero como dice, los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, el dinero ha dañado la admistración, ahora no hay compromiso social, amor a la patria, entrega patriótica, ahora no se piensa en los pobres, en la justicia social, todo es un mierda, tipos ignorantes que apenas pueden pronunciar un discurso quieren llegar a gobernar... pero no me importa eso ya...

Lo que más me encojona es la podredumbre moral, ya no hay valores en esta sociedad, cada cual dice tener sus reglas, sus principios, al diablo los valores absolutos, los valores cristianos...
por eso estamos como estamos, jodíos, no hay respeto por la vida, por Dios, no hay respeto por los niños, ahora esos satánicos se permiten ir a la televisión a hablar de sus estupideces, los brujos y hechiceros, los astrólogo con sus mentiras y engaños cogen de pendejo a todo el mundo.

Pero que se joda, ese no es mi problema y después que no se metan conmigos que el mismo diablo se los lleve... y mira eso que leí hace un rato, ministros y sacerdotes podridos y son tan frescos que se levantan en un altar para hablar del bien y de Dios...¡Coño!,¿ dónde está
el Creador que no los quema en ese instante como hacía en la antiguedad?

Pero no quiero hablar de eso, me enferma, me enferma la hipocresía, la mentira, la avaricia, me enferma la traición, estoy harto de leer nombres y más nombres de muertos inocentes en las malditas guerras para acabar con el terrorismo y los malos del planeta. Maldita sea la mierda de una bruja,terrorismo es gastar los billones de dólares en maquinaria bélica mientras millones de seres se mueren de hambre en el planeta, no tienen trabajo, ni educación, ni vivienda, ni planes de salud... ¡Cóño, no quiero hablar más!...

Deja cambiarme de este lugar, el sol me tiene las bolas casi fritas como dos huevos. No sé por
qué este sol cabrón esta tan fuerte esta tarde.
Este maldito puñal no quiere afilar, necesito que esté aflilado, que penetre de sólo hacer contacto con la piel, quiero sentir que se hunde con suavidad, sentir la sangre brotar caliente, en borbotones, sentir el chorro cuando lo saque una y otra vez. Serán treita puñaladas simétricas, perfectas, treinta que disfrutaré una a una, son treinta años de tormento, de engaños, de traición...

Quería contarles la historia desde el principio pero me puse a contarles esas mierdas de política y de la vida. Pero si quieren leer mi relato bien, sino, se pueden ir al mismo carajo, a mi no me importa lo que ustedes piensen, se creen la gran cosa, los críticos de la avenida, los intelectuales, ¡ja,ja,ja!... perdonen, soy un hijo de la puta madre que estoy aborrecido de la vida, esta vida que yo no pedí que me la dieran... uno tiene que haber sido odiado allá en el cielo para poder ser obsequiado con esto...

Desde que nací fui condenado al sufrimiento, mi madre murió y mi padre empezó a odiarme de muerte, varias veces intentó salir de mí pero se jodió, parece que yo tenía un ángel que me guardaba de sus instintos criminales. Una vez, me dijo mi abuela materna que compró un gran abanico, yo estaba en la cuna, tenía una añito. El buen hijo de la madre de mi padre me acostó en la cuna, me puso una sábana y el viento la tiró sobre mi rostro, si mi abuela no hubiera entrado en ese momento ahora estaría en el reino de los bebé...¡So cabrón! cada vez que me acuerdo de eso me dan ganas de matarlo como a un cerdo...
Pero como quiera que sea es mi padre y la única promesa de durar muchos años es la: "honra a tu padre y a tu madre para que los días se te alarguen en la tierra".¡Puñeta, para que yo quiero que mis días se alarguen!¡Loco estoy yo deseando que el mismo satanás me recoja en persona!

Pero saben he perdonado a mi padre y siempre que lo veo le pido la bendición y luego me "cago en la madre que lo parió"... Recuerdo que me dice:
"Dios te bendiga comunista"... ¡Qué tipo!, cada vez que pienso que es mi padre, le doy gracias a Dios por tan linda bendición...

Pues como les decía hoy me levanté con ganas de derramar sangre, pero quiero hacerlo con el cuchillo, no me gusta utilizar la pistola, el ruido me molesta, además no es muy atractivo ver a la víctima brincando y haciendo muecas cada vez que recibe un impacto... Aquí me llaman Paco
el asesino, Paco el destripador, Paco albondiga,
Poco satánico. Saben ni el cura me quiere dar la mano. Cuando voy los domingo a misa se asusta mucho. No sé, si a alguien respeto es al sacerdote, son hombres de Dios, hombres buenos que se consagran al bien. Uno que otro se pierde por la vereda de la oscuridad pero la mayoría son rectos y dedicados.

Iré hoy a la misa de la mañana, me gusta a esa hora porque el padre Carlos habla muy bonito,no como el padre Ricardo que cuando me ve le dan ganas de llorar, tiene arte en la palabra, además es un tipo muy humilde, siempre me saluda con una sonrisa, cuando voy a la iglesia vivo mis mejores momentos. Hoy le daré una ofrendita de cincuenta pesos para que sigan haciendo el bien entre los pobres de la comunidad... ese sí que hace justicia social cuando le da de comer a los mendigos y desamparados...

Luego, como ya sé que se imaginan, debo ajustar unas cuentas personales. Pero quiero que este puñal este listo, no quiero mutilar un cuerpo tan hermoso como el de Raquel. No sé si lo haga,
ella ha sido mi esposa por treinta años. Pero saben, una mujer puede hacer cualquier cosa que le vanga en ganas pero no debe nunca engañar a su marido, es una traición imperdonable, lo mismo digo de nosotros, jamás debemos traicionar a nuestras esposas... si el amor se termina lo mejor es largarse para las paila del carajo.

Raquel me ha jodido la vida. Siempre sospeché que me engañaba con el vecino maricón, siempre lo creí gay, una loca callejera, pero una loca refinada... A veces miraba y veía a una rubia, pero no existia tal rubia, era él que se vestía, era su fantasía le dijo a mi esposa. El tipo era bien parecido... era una lástima que le patinara la transmisión.

Lo que me molestaba era que mi esposa hablara tantas cosas de él...

__ Mira, Michael es una dulzura, que amable, que gentil...es cómico... me gusta hablar con él...

Así se pasaba mi mujer todo el día. ¡Panas eso duele!¡Eso jode! la mujer de uno hablando de un maricón todo el tiempo...

Pero luego me enteré por Margaret, la puta linda de la ciudad, que el vecino no era gay, era una forma de estar con las chicas... me alertó un día.
___Mira, no dejes que tu mujer se pase con ese tipo, te la va a clavar hasta el ocho de vasto...

Desde entonces me puse en alerta. Un domingo salí para la iglesia, hasta confesé mis pecados. Ese domingo no me fui con mis amigos al bar de Toño a jugar dominó como acostumbraba. Siempre llegaba tarde en la noche a mi casa... No sé por qué ese domingo sentí la necesidad de invitar a mi esposa a dar una vuelta por la isla. Así que llegué temprano... Cuando entré no estaba. La busqué por toda la casa pero todo fue en vano.

Miré hacia la casa del vecino... saben... ella estaba con él...Sentí rabia, ira, tomé la pistola y la eché en mi bolsillo... cuando llegué los encontré platicando en la sala. Es muy amable me explicó que había llamado a mi esposa para que le ayudara a preparar la cena porque había invitado a cenar a su novia y él no sabía ni freír un huevo. Así que todo me pasó y hasta permanecimo en su casa hasta que la mucha llegó.

Pero ahora, estoy seguro que ella me ha engañado con ese hijo de puta. El no tiene la culpa, de seguro que mi mujer se pasa seduciéndole...Ella pagará la traición con la muerte...

La casa se había llenado de ruidos, se escuchaba la música a todo volumen, mientras él le daba los toque finales. Aquellos sería una escena innnolvidable. La sala sería la platea del teatro, el público los invitados... se colocaría
en lo alto de la escalera, guardaría su puñar bajo el fino traje de seda que había comprado para la ocasión. Y desde el último escalón dejaría escpar aquel grito de guerra:
__"Raquel, amada mía... feliz cumpleaños"

Luego bajaré y le daré un beso de despedida mientras saco el puñal y disfruto viéndola sangrar en medio de los gritos de la multitud de invitados...

La música subía de tono, se escuchaban las carcajadas, todo era alegría, bachata, todos sonreían de felicidad, Raquel estaba hermosa, exhibiendo aquellas dos prendas hermosas que querían escapar de su sotén.

Mientras yo todavía afilaba, afilaba, afilaba, el brillo del puñal me daba en los ojos, perdí la noción del tiempo, de la realidad.

Entonces sentí unas manos suaves sobre mis hombros...

¡Qué, te vas amanacer amolando el maldito puñal!
Ya van a picar el lechón...-exclamó Raquel, molesta...

Fin
Datos del Cuento
  • Categoría: Sin Clasificar
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1 comentarios. Página 1 de 1
María Eugenia
invitado-María Eugenia 07-09-2004 00:00:00

Ay compadre no haga caso Que los chismes son de aquí Si su mujer bien lo quiere Con ninguno se ha de ir. Pero si la ve en Piñones Paseando con el vecino Bote usted ese puñal Y busquese otros amigos.

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