Yo soy Amanda,él era Lorenzo,un día nos conocimos y proyectamos nuestras vidas juntos como cualquier pareja normal.Hasta que un día tuvimos que salir de viaje por cuestión laboral;Lastimosamente tuvimos que hacerlo porque si no hubiéramos hecho caso a nuestras responsabilidades,no hubiera ocurrido esta tragedia.
Lorenzo decidió pertir a las 4:00am.,lo recuerdo muy bien porque yo no estaba de acuerdo a consecuencia de que era demasiado temprano.Dicho y hecho,como siempre,Lorenzo no me hizo caso y...¡la rabia que me daba cuando no lo hacía!,partimos. Durante el viaje tomamos mate,como de costumbre,pasada 2 horas,más o menos,observé que Lorenzo se encontraba muy cansado,entonces me ofrecí para manejar,pero no,como mencioné anteriormente Lorenzo era muy terco.Sentí que aceleraba demasiado la velocidad,me asusté,lo sermoneé,pero no me hizo caso,mi corazón latía a mil y Lorenzo tenía la mirada tan fija en la ruta que hasta se olvidaba del peligro que corríamos.
El auto,no sé como ni que maniobra realizó,pero se desvió hacia el extremo de la ruta,volcamos,proferí un grito agudo de temor,Lorenzo salió despedido y yo segundos después me desmayé,no sé si fue por el impacto o para olvidarme de lo ocurrido por el momento.
Desperté en el hospital,pregunté a una enfermera por Lorenzo,la pobre señora me contestó lo obvio,estaba muerto,lo presentía,yo lo sabía.Me dieron muchas ganas de llorar,pero no pude,sabía que él murió por su propia y torpe culpa y desorbitación...
Hoy,soy mamá de Flavia,la hija de Lorenzo que luego de pasados 2 meses del acicidente quedé embarazada,siento en su rostro,el rostro de Lorenzo,lo recuerdo a cada minuto de mi vida,no le guardo rencor por poner en riesgo mi vida,jamás lo haría.
Escucho los pasos de Lorenzo todos los días sé que es su almita en pena,sé que viene a pedirme perdón,todavía lo amo,todavía lo extraño.Quise pasar esta historia a todos ustedes para que no sean descuidados y para que no les pase lo que le pasó a mi amado Lorenzo.CUÍDENSE.